Recientemente, los niveles de hambre en el mundo han alcanzado un máximo de 5 años, principalmente debido a los efectos negativos de la pandemia en la economía, las consecuencias del cambio climático, entre otros factores.
De acuerdo a un reporte publicado en conjunto por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Unión Europea y el Programa Mundial de Alimentos, un estimado de 20 millones de personas perdieron su seguridad alimentaria en 2020, comparado con las cifras del año anterior.
"El conflicto sigue siendo el motor de las emergencias relacionadas con el hambre. Pero el informe proporciona de manera honesta y clara una idea de cómo el COVID-19 está agravando ahora la inseguridad alimentaria con su impacto económico en deterioro en todo el mundo. Y la verdad es que habrá mucho más dolor relacionado con la pandemia en 2021," comentó el director del Programa Mundial de Alimentos David Beasley.
América Latina es por supuesto una de las regiones más afectadas, especialmente tomando en cuenta el hecho de que 22 millones de personas cayeron en la pobreza el año pasado, mientras que 8 millones cayeron en la pobreza extrema, lo cual indica que sus necesidades básicas de alimentación no están cubiertas.
Un caso a destacar es el de Brasil. Pese a ser uno de los productores agrícolas más prominentes del mundo, la pandemia ha causado estragos en la economía del gigante latinoamericano, al ser el país más afectado de toda la región. Al rededor de un 12,8% de los brasileños viven por debajo de la línea de pobreza, por ende, alrededor de unos 27 millones de personas requiere asistencia con sus necesidades básicas.
El gobierno de Brasil asistió a la población a través de un programa de transferencias de efectivo que decidió establecer el año pasado. Sin embargo, el programa expiró a finales del año pasado, por lo que en la actualidad no existe algún programa de ayuda gubernamental vigente.
Para el resto del mundo, las predicciones para este año no mejoran el panorama, principalmente debido a los conflictos armados, los efectos de la pandemia y las condiciones climáticas. Se espera que alrededor de 142 millones de personas se vean afectadas por esto y por ende es posible que sean vulnerables a la inseguridad alimentaria
Para evitar que la situación empeore el Programa Mundial de Alimentos llamó a donantes internacionales a ayudar a los países afectados, afirmando que se requieren 5 billones de dólares para enfrentar la crisis. Recalcó, además, el alto nivel de endeudamiento de los países de ingresos bajos y medios, la depreciación de sus monedas y los niveles de inflación.
Se espera que con el tiempo la situación económica de los países en desarrollo mejore, especialmente ahora que varios países desarrollados están haciendo el esfuerzo de mantener la pandemia a raya con sus campañas de vacunación. Algunos países en desarrollo se están esforzando en impulsar sus propias campañas de vacunación, aunque con un limitado éxito debido a la falta de recursos económicos.