El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) Ángel Gurría recientemente comentó que una de las razones por las que América Latina es una de las regiones más afectadas por la pandemia es el hecho que sufre de varios problemas estructurales, los cuales deben ser solucionados lo más pronto posible.
De acuerdo a la visión de Gurría, ahora que los gobiernos planean desarrollar políticas públicas para contrarrestar los efectos de la pandemia, es el momento para tratar de corregir los problemas de productividad, desigualdad y falta de integración, los cuales han probado ser un lastre para la economía latinoamericana.
Entre las propuestas de Gurría, quien pronto dejará su cargo en la OCDE, están el promover la diversificación, incentivar la formalidad e incrementar la integración de la región en las cadenas de valor.
"Una respuesta eficaz a la crisis podría incentivar la formalidad, promover la diversificación productiva, aumentar la integración de la región en las cadenas de valor," comentó.
Gurría cree en un nuevo contrato social entre los gobiernos, sus ciudadanos y distintos actores, insistiendo que la unidad iberoamericana debería ser una prioridad y que repensar el papel de la región en el ámbito global es esencial.
El objetivo sería generar alrededor de 15 millones de puestos de empleo en la próxima década, lo cual ayudaría a América Latina a volver a la situación en la que se encontraba antes de la pandemia.
Pese a los enormes esfuerzos fiscales y a la voluntad de implementar políticas sociales que ayuden a solucionar el enorme problema económico causado por el avance de la pandemia, nada de esto sería de utilidad sin políticas que ayuden a parar la propagación del virus.
Lamentablemente, las campañas de vacunación en América Latina enfrentan una situación poco ideal. La falta de recursos económicos, sumado a la rampante corrupción, han evitado la distribución efectiva de las vacunas, lo cual resulta poco conveniente en la situación actual, en la que el número de casos y las muertes están subiendo de forma preocupante.
Algunos congresistas en los Estados Unidos están pidiendo al gobierno norteamericano el considerar empezar a donar vacunas a países de América Latina, lo cual sería una posibilidad en el futuro cercano dada la velocidad en la que los norteamericanos están siendo vacunados. Pese a esto, no está claro si los Estados Unidos proveerán alguna ayuda sustancial a los países latinoamericanos.
La economía latinoamericana cayó en un 7,7% el año pasado, y se espera que el Producto Interno Bruto de la región se expanda en un 4,1% este año. Lamentablemente, pese a que es un progreso, la región no logrará volver al nivel en el que se encontraba antes de la pandemia. De hecho, de acuerdo a las previsiones de la misma OCDE, el proceso podría tomar varios años.
Otro factor que amenaza el bienestar económico en Latinoamérica es el nivel de endeudamiento, el cual ya era preocupantemente alto antes de la pandemia, y se espera que aumente de manera significativa ahora que los gobiernos están haciendo esfuerzos fiscales.