La secretaría de política económica del ministerio de economía de Brasil estableció que el Producto Interno Bruto del país crecerá en un 5,3% en el 2021, permaneciendo sin cambio en comparación con la previsión del mes anterior.
El organismo gubernamental también espera que el nivel de inflación se sitúe en un 7,9%, comparado con el 5,9% que se preveía de acuerdo con las proyecciones del informe pasado.
La economía de Brasil se encuentra actualmente en medio de un proceso de recuperación económica, pese a la propagación de la variante delta del covid-19 y a los niveles de inflación. En el segundo trimestre de este año el Producto Interno Bruto aumentó en un 0,1% en términos Inter trimestrales, mientras que en términos interanuales la economía creció en un 12,4%. El año pasado, la economía nacional se contrajo en un 4,1%, la cifra más baja desde 1996.
El coronavirus continúa propagándose en el país latinoamericano. Desde el inicio de la pandemia, 21,069,017 casos han sido reportados en el país, así como 589,277 muertes asociadas con este. Esto convierte a Brasil en el tercer país más afectado del mundo, sólo por debajo de los Estados Unidos y de la India, y en el más afectado de toda América Latina, seguido por Argentina y Colombia.
Con el propósito de detener la propagación de la pandemia, el gobierno de Brasil avanza una ambiciosa campaña de vacunación. Hasta el momento, 215 millones de dosis han sido distribuidas entre la población local, mientras que 75.5 millones de brasileros ya han recibido ambas dosis, lo que equivale a un 35.8% de la población total.
La inflación también ha alcanzado niveles históricos, situándose en un 0,72% en agosto en comparación con el mes de julio, mientras que en lo que va del año ha aumentado en un 5,81% y en términos anuales la cifra aumentó en un 9,30%. Esto ha llevado a los inversionistas a especular respecto a que posición tomará el banco central para contrarrestar las presiones inflacionarias, aunque el presidente del organismo haya afirmado recientemente que el banco no cambiará su política en función de la publicación de cada lectura de los datos de inflación.
“Entendemos que podemos llevar la tasa de interés de referencia al nivel que sea necesario para que la inflación converja a la meta en el horizonte pertinente”, comentó el presidente del banco central de Brasil Roberto Campos Neto, “Eso no significa que el banco central reaccionará a cada dato de alta frecuencia que surja. Algunos aspectos relativos al diferencial de inflación son peores, pero nuestro plan de acción es de largo plazo. No significa que no vayamos a alcanzar nuestro objetivo,” agregó.
El déficit fiscal también ha aumentado de forma considerable, principalmente debido a un aumento en el gasto público ligado a la pandemia.
Brasil enfrenta una crisis política ligada a la actitud negativa del presidente del país frente al congreso y a la corte suprema de justicia. Los seguidores del presidente se han dedicado a causar disrupciones con el propósito de expresar su rechazo al sistema judicial del país y en apoyo a su líder político. Un ejemplo de esto ha sido la huelga de camioneros, la cual amenazaba con desestabilizar la economía del país, aunque el mismo Bolsonaro llamó a sus seguidores a la moderación.
Desde el inicio de la semana, el real brasilero cayó en un 0.14% frente al dólar estadounidense, perdiendo terreno por la segunda semana consecutiva y cerrando la sesión del jueves en el nivel de 0.1903. Esta relativa debilidad del real brasilero es atribuida a la escalada de las tensiones políticas del país, especialmente ahora que las elecciones se aproximan.