Aunque pueda parecer que casi todo el mundo está de vacaciones y disfrutando de un poco de relax, tanto lujo ha eludido al presidente Barack Obama, quien se vio obligado a acortar sus vacaciones en Hawái para tratar las cuestiones relacionadas con el "acantilado fiscal" que regirá a partir del 1 de enero de 2013, cuando fuertes aumentos de impuestos y recortes de gastos se llevarán a cabo en los Estados Unidos si las cosas no cambian hasta ese punto.
Obama está trabajando para promover un proyecto de ley que evitará una subida de impuestos, pero ese proyecto de ley requerirá el apoyo de los dos líderes de ambos partidos, cosa que no será fácil de conseguir. También es cuestionable si la medida propuesta incluirá los recortes presupuestarios necesarios que se requieren para reducir el déficit de la nación con mayor rapidez.
En antesala a las reuniones centrales sobre el presupuesto a realizarse el jueves los precios del petróleo subieron un 0,7 por ciento, el primer incremento en tres días, luego de una caída en el precio de los inventarios de crudo de Estados Unidos a un mínimo de 10 días. Los inventarios estadounidenses de crudo cayeron en 1,7 millones de barriles (0,5 por ciento) en la semana que terminó el 21 de diciembre, el mínimo desde el 12 de octubre. El país es el mayor consumidor mundial de petróleo, y si Obama fracasa en resolver los problemas del acantilado fiscal el país probablemente se hundirá en una recesión por lo menos durante el primer semestre de 2013, lo que podría causar estragos en los precios del petróleo.