Los datos de Estados Unidos del lunes mostraron un crecimiento desigual en los contratos de los Estados Unidos para la compra de viviendas de segunda mano, lo que indica que un rebote en el sector de la vivienda no llegará tan rápido como se esperaba. Otros informes dados a conocer el lunes indican que el crecimiento de la actividad de servicios se desaceleró, mientras que el informe de la Fed de Dallas mostró que el sector manufacturero regional también se desplomó este mes. Los inversores siguen esperando por un informe de la Reserva Federal, sobre su programa de estímulo, que sale el miércoles, aunque los analistas esperan que la Fed probablemente reafirme su voluntad de esperar más tiempo antes de subir los tipos de interés. El desempleo en Estados Unidos ha caído al 5,9 por ciento y el crecimiento económico se ha mantenido estable en el segundo semestre de 2014, pintando un cuadro fuerte que posiciona a la Fed para endurecer la política. Aún así, con el fortalecimiento del dólar y Japón y Europa cerca de niveles de recesión, los analistas siguen preocupados de que la inflación de Estados Unidos no vaya a continuar hacia la meta del 2% de la Fed. Se espera que el Banco Central de Estados Unidos anuncie el fin de su gran programa de estímulo de compra de bonos el miércoles.
¿Reacción en Cadena?
Después de los informes de Estados Unidos del lunes las bolsas de Asia cayeron el martes, con el índice MSCI Asia Pacífico bajando un 0,1 por ciento a 138,22 justo después de las 9, hora de Tokio. Pero las noticias de Asia no son del todo malas. El crecimiento de las ventas al por menor de Japón mostraron una mejora por tercer mes consecutivo en septiembre, marcando el mayor avance desde marzo. El gasto del consumidor ha disminuido desde la subida de impuestos del país en abril y se espera que otro aumento de impuestos para aumentar los ingresos para el gasto social, una decisión que puede adoptarse más rápidamente una vez que los signos de un cambio de tendencia se sientan cómodamente. El gobierno japonés también está tratando de llevar las tasas de inflación al 2 por ciento en algún momento en 2015 en un esfuerzo por detener el riesgo de volver a la deflación.