El oro, la última cobertura contra la inflación, no es de mucha utilidad para los inversores estos días.
El petróleo está en caída libre en un mercado bajista que comenzó en junio, liderando la caída más larga de las materias primas en por lo menos una generación. El colapso significa que en lugar de la subida de los precios de consumo que los compradores de oro han estado esperando durante gran parte de la década pasada, EE.UU. está “desinflándose”, según Bill Gross, que solía llevar el mayor fondo de bonos del mundo.
Un indicador de las expectativas de inflación, que sigue de cerca el oro, se encamina a la mayor caída anual desde la recesión en 2008. Aunque el oro se recuperó desde un mínimo de cuatro años el mes pasado, Goldman Sachs Group Inc. y Societe Generale SA reiteraron sus perspectivas bajistas para los precios. El atractivo del metal como activo alternativo se está desvaneciendo mientras suben el dólar y las acciones de EE.UU. y que la Reserva Federal se acerca a subir los tipos de interés.
“Olvídese de la inflación - todas las conversaciones de hoy son acerca de la deflación”, dijo el 16 de diciembre Peter Jankovskis, quien ayuda a supervisar 1900 millones de dólares como co-presidente de inversiones de OakBrook Investments LLC, con sede en Illinois. “Obviamente, la caída de los precios del petróleo se suma a las presiones deflacionarias. Podemos ver una subida de tipos el próximo año y podríamos ver al oro bajo presión mientras el dólar continúa subiendo”.
A pesar de que ha habido poca o ninguna la inflación en los últimos seis años, los inversores han estado esperando una aceleración después de que la Fed recortó los tipos de interés al cero por ciento en 2008 para reactivar el crecimiento. Esas expectativas, seguidas por la tasa de equilibrio del Tesoro a cinco años, ayudaron a la demanda y a los precios del oro, que subieron a un máximo de 1923.70 dólares la onza en 2011.
Los futuros del crudo en Nueva York han caído un 44 por ciento este año, yendo por debajo de los 54 dólares el barril la semana pasada, ya que la producción mundial aumentó. La tasa de equilibrio de cinco años se ha reducido un 33 por ciento este año, la cifra más alta desde 2008. En noviembre, el coste de la vida se redujo un 0,3 por ciento, la mayor cantidad desde diciembre de 2008, según datos del gobierno, y los economistas predicen que el aumento anual de los precios al consumidor se desacelerará en 2015 al 1,5 por ciento desde una estimación del 1,7 por ciento este año.