Esto es lo que está ocurriendo en la banca central esta semana:
La Autoridad Monetaria de Singapur sorprendió a los mercados la noche del martes con un cambio de la política para seguir un ritmo más lento en la apreciación de la moneda, su principal herramienta de política, llevando así a la divisa de la ciudad-estado a una fuerte baja.
La tarde del miércoles, la Reserva del Banco de Nueva Zelanda mantuvo la política sin cambios, pero alteró significativamente su discurso, diciendo que espera ver una “depreciación más significativa” para el kiwi y que “el tipo de cambio sigue siendo injustificado en términos de las condiciones económicas actuales”.
El banco central de Hungría mostró una postura decididamente pesimista, haciendo alusión a una política más expansiva en el futuro.
Las medidas siguen los cambios de política sorpresa de Dinamarca, India, Canadá y Suiza de principios de este mes. Eso incluye al Banco Central Europeo. A pesar de que era muy anticipado, Mario Draghi logró sorprender e impresionar a los mercados financieros con el programa de compra de bonos del BCE por valor de 1 billón de euros.
El dólar de Estados Unidos ha sido el beneficiario de esas medidas y políticas expansivas. Sólo en 2015, el dólar se ha fortalecido casi un 7 por ciento frente al euro, más del 7 por ciento contra el dólar canadiense y un 6 por ciento contra el dólar de Nueva Zelanda.
Durante los últimos 12 meses, los movimientos han sido de dos dígitos, con el dólar fortaleciéndose más del 20 por ciento frente a las monedas de Suecia y de Noruega, más de un 17 por ciento frente al euro y el 13 por ciento frente al yen.