A diferencia de Suiza, Europa del Este tiene razones para agradecer el programa de compra de bonos de Mario Draghi.
Los responsables políticos de Polonia a Hungría (HUCPIYY) se reunirán hoy en Viena, dos días antes de que el Banco Central Europeo se reúna para tratar sobre el estímulo monetario que podría desencadenar flujos a divisas como el franco suizo. Para Europa del Este, la medida puede ayudar a mantener a raya la deflación y mejorar el crecimiento económico.
La compra de bonos del BCE “claramente sería positiva”, dijo Piroska Nagy, economista en el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo con sede en Londres, que ha invertido para reconstruir la región desde la caída del comunismo. “La flexibilización monetaria puede tener un impacto positivo en las economías que están vinculadas a la zona que dirige esta política”.
El Estímulo del BCE es Bueno para el Crecimiento
Aunque la mayoría de los países de Europa del Este todavía no utilizan el euro, pueden ganar igualmente ya que el estímulo del BCE fomentará los préstamos transfronterizos y reforzará el crecimiento en el bloque de la moneda, su principal socio comercial. Los responsables políticos de la región ya están ocupados con la retirada del estímulo de los EE.UU. y la sorprendente decisión del Banco Nacional de Suiza (SNB) de poner fin a su límite a la cotización, lo que ha elevado los costes de endeudamiento para los titulares de hipotecas en francos.
Mientras tanto, las monedas se debilitaron la semana pasada en Polonia y Hungría, los países con la mayor proporción de préstamos hipotecarios denominados en francos. El zloty y el florín cayeron ambos un 0,7 por ciento frente al euro este año.
El estímulo del BCE puede permitir a la zona pedir prestados fondos en mínimos históricos, impulsando el crecimiento económico, dijo Neil Shearing, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics Ltd. en Londres.
Según Shearing, la liquidez adicional del BCE también puede animar a los prestamistas europeos occidentales, que son dueños de alrededor de dos tercios de la industria bancaria de Europa del Este a través de empresas como Erste Group Bank AG (EBS) y Societe Generale SA (GLE), para frenar el ritmo en que retiran de capital de la región. La compra de bonos del BCE reforzaría la confianza en todo el continente, dijo.