Mientras todos los ojos están atentos a lo que está pasando con el euro y el dólar estadounidense, otros países están tratando de lidiar con sus propios problemas financieros.
Las autoridades monetarias brasileñas subieron los tipos de interés a un máximo de seis años el miércoles. El Comité de Política Monetaria, o Copom, - el comité de política monetaria del banco central - subió la tasa de referencia Selic en 50 puntos básicos, hasta el 12,75 por ciento, en línea con las expectativas del mercado.
La tercera subida consecutiva de los tipos del banco central apunta a frenar la inflación por encima del objetivo y reforzar el real brasileño, que cayó casi un 2 por ciento a un mínimo de 10 años de 3 por dólar el miércoles. Se espera que las cifras de inflación para febrero, que salen el viernes, muestren que la inflación anual subió a un nuevo máximo de 10 años del 7,54 por ciento, muy por encima del objetivo del 4,5 por ciento del gobierno, según un sondeo de Reuters.
No todos los analistas están contentos con la medida.
“Esta es una medida peligrosa”, dijo a CNBC Kathy Lien, directora gerente de BK Asset Management, poco después de la decisión. “Sí, la inflación es un gran problema y han estado trabajando muy duro para poner freno a las presiones de precios, pero al subir las tasas de interés están en serio riesgo de lanzar la economía a una recesión más profunda”.
Países de todo el mundo parecen estar creando olas con recortes de tasas de interés con el fin de hacer frente a su elevada deuda, posible recesión o inflación galopante.
En Washington, mañana se publican los datos clave del Cambio en el Empleo No Agrícola junto con la Balanza Comercial y la Tasa de Desempleo. Los resultados del informe harán que el USD reaccione, posiblemente provocando un rally en el entorno actual.