El último informe de China, su Índice Flash de Producción del Sector Manufacturero, mostró en mayo una caída de la actividad fabril por tercer mes consecutivo a 48,4 desde un máximo de abril de 50,0, y tocando un mínimo de 13 meses.
La continua debilidad en la segunda mayor economía del mundo es una clara indicación de que se necesita una fuerte dosis de medidas de estímulo agresivas. Beijing ha recortado las tasas de interés tres veces en los últimos seis meses, pero los economistas creen que tendrá que reducir las tasas aún más con el fin de evitar una continua desaceleración que ya ha visto caer las tasas por debajo del 7 por ciento en el primer trimestre del año.
El flash del PMI de HSBC se publica una vez al mes por delante de los datos finales del PMI, por lo que es el indicador más adelantado para estimar las condiciones de fabricación de China.
Al comentar el PMI, Annabel Fiddes, economista de Markit dijo: “El Flash del PMI Manufacturero de China mostró un mayor deterioro de las condiciones operativas en abril, con una producción en declive, por primera vez en el año 2015 hasta ahora”.
No tan eficaz como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo
Los inversores no deberían esperar que los recortes adicionales del tipo de interés por el Banco Popular de China tengan el mismo efecto en la economía como los estímulos de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, que crean un efecto dominó en los mercados financieros extranjeros.
Según los economistas de UBS Group AG, el estímulo de China hasta ahora ha sido más débil que el de la Fed o el BCE, y “el crecimiento del dinero todavía no está aumentando de forma agresiva y las tasas de interés ajustadas a la inflación sólo cayeron ligeramente incluso después de tres recortes en seis meses”.
“Es poco probable que el estímulo que se ha inyectado reduzca el coste del riesgo tanto como lo hicieron acciones similares en otros lugares”, dijo UBS.
Citando el recorte de la Fed de su tasa de endeudamiento de referencia a cero y su efecto en los mercados mundiales, USB señaló que sólo hay unas pocas empresas internacionales que captan fondos en el yuan, por lo que cualquier medida del Banco Popular de China tendrá mucho menos impacto en la reducción del coste del activo a nivel mundial.