No hubo sorpresas cuando el gobernador del Banco Central de Australia, Glenn Stevens, y su junta dejaron sin cambios el tipo de interés el martes en un mínimo histórico de 2,0. A pesar de la decisión, el dólar australiano continuó subiendo.
Según Mateo Circosta, analista de Moody’s Analytics, “hay un montón de factores que influyen en la moneda. Uno de ellos probablemente llega mañana: el PIB (producto interior bruto) para el primer trimestre. Probablemente va a ser muy fuerte”. Pero en el futuro “verá una debilidad del dólar australiano en los próximos meses, porque EE.UU. va a subir las tasas de interés”, continuó Circosta.
El aussie sube un 4%
La mayoría de los economistas esperan que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) permanezca estable, mientras otros predicen que si las inversiones empresariales no mineras continúan siendo restringidas, las tasas de interés podrían reducirse al 1,75 por ciento o menos en diciembre. Ellos creen que el crecimiento económico de la nación, probablemente, se redujo al 2,1 por ciento en el primer trimestre respecto al año anterior, el ritmo más lento desde 2013.
“Con un crecimiento muy lento de los costes laborales, se prevé que la inflación se mantenga dentro del objetivo durante uno o dos años”, dijo Stevens, el gobernador del Banco Central.
El dólar australiano subió medio centavo estadounidense o un 0,4 por ciento para negociarse a 0,7654 dólares, desde los 0,7628 dólares de antes de la publicación del informe. El índice S&P ASX 200 amplió sus pérdidas ligeramente para caer un 1,3 por ciento, tocando un mínimo de ocho días. Los traders están descontando 20 puntos básicos de bajada en los próximos 12 meses, o menos que un recorte de un cuarto de punto.