La semana comenzó con noticias de Asia nada alentadoras. Las bolsas de Asia cayeron a mínimos de 3 años el lunes debido a que continuó la caída en la renta variable china y los mercados mundiales reaccionaron a ello.
La bolsas de China cayeron un 8%, con el índice de referencia borrando sus ganancias para el año mientras que las medidas de apoyo del gobierno no ofrecieron alivio a unos inversores temerosos de una mayor desaceleración en la segunda mayor economía mundial. El yuan se debilitó frente al dólar.
Los índices bursátiles chinos y el índice Compuesto de Shanghai cayeron, haciendo bajar al índice del Nikkei de Japón a medida que se incrementaron las preocupaciones sobre la desaceleración del crecimiento de China.
Japón cayó un 3,5% en el inicio de la jornada, un 10% desde que alcanzó un máximo el 11 de agosto.
“Los mercados están entrando en pánico. Las cosas están empezando a parecerse a la crisis financiera asiática de finales de los 1990. Los especuladores están vendiendo los activos que parecen más vulnerables”, dijo Takako Masai, jefe de investigación de Shinsei Bank en Tokio.
Caída de las Materias Primas
Los temores se extendieron a los mercados de materias primas, donde la energía y las materias primas brutas cayeron fuertemente. El dólar australiano cayó con el hierro y el petróleo siendo los más perjudicados. El cobre, visto como un barómetro de la demanda mundial, cayó a mínimos de 6 años.
El US West Texas Intermediate (WTI) y el Brent alcanzaron mínimos de 6 años el lunes, cayendo a niveles vistos por última vez durante la crisis crediticia de 2009.
El WTI cotiza muy por debajo de los 40 dólares por barril y el Brent cayó por debajo de los 45 dólares por barril a las 03:40 GMT.
Una caída de 2,6% en los futuros mini del S&P 500 durante la sesión asiática señaló una continuación de la caída global.