El Jefe del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha dejado la puerta abierta a nuevas medidas de estímulo en la Eurozona, declarando que podría examinar nuevamente la postura de la política monetaria del BCE hacia finales de este año.
Más temprano, el BCE anunció que mantendría su tasa de interés de referencia sin cambios en un mínimo histórico del 0,05 por ciento, dejando intactos los cimientos de su denominado plan de flexibilización cuantitativa (QE).
En la tradicional conferencia de prensa que se realiza luego de culminadas las reuniones de política económica, el Sr. Draghi subrayó que tanto el crecimiento económico como la inflación corren un "riesgos a la baja", debido a la desaceleración del crecimiento en China y otras grandes economías en desarrollo, así como a la caída de los precios de los productos.
Draghi declaró también que la institución necesita reevaluar la eficacia del programa de flexibilización cuantitativa, cuando el Consejo de Gobierno del BCE se reúna nuevamente hacia finales de año.
La declaración de Draghi coincidió con los pronósticos de los analistas, quienes estimaban que una expansión de las compras de activos del BCE a 60 millones de euros (67 mil millones de dólares) en su mayoría en bonos del gobierno cada mes, no sería aprobada tan pronto.
El Problema de la Inflación
"La fuerte y constante presencia de los factores que actualmente están frenando el retorno de la inflación a niveles inferiores, aunque próximos, al 2% a mediano plazo requieren un análisis a fondo", dijo Draghi en su declaración.
La presión por lo tanto crece sobre el BCE para tomar más medidas que estimulen la economía de la Zona Euro, especialmente teniendo en cuenta que los precios al consumidor cayeron un 0,1 por ciento en septiembre. El propósito del programa de estímulo del banco es levantar la inflación en todo el bloque a poco menos de 2 por ciento para que los consumidores no retrasen sus compras en la esperanzas de encontrar precios más bajos.
Los países de la Eurozona están actualmente luchando contra una caída de los precios de las materias primas y las preocupaciones sobre la desaceleración de las economías emergentes. Estos factores han mantenido una presión inflacionaria negativa, dijo Draghi, quien agregó que incluso se había considerado reducir aún más las tasas de interés.
Algunos banqueros centrales europeos dicen programa QE del BCE sólo necesita más tiempo para ser eficaz. Otros dicen que se debería acelerar o aumentar el tamaño del programa de 1,1 billones de euros de manera inmediata.