La economía japonesa sigue esforzándose por estabilizar su inflación. Durante los últimos meses, el Banco de Japón (BOJ) ha estado repitiendo su plan para continuar su programa QE hasta que la inflación del 2% se muestre estable y el jueves el presidente del BOJ, Kuroda, reiteró esta intención.
Kuroda apuntó a la evidencia de que la flexibilización estaba teniendo el efecto previsto y que el ciclo económico virtuoso está funcionando. El gasto del consumidor subió en julio-septiembre frente a abril – junio y las exportaciones e importaciones de Japón se están desacelerando, aunque el gasto del consumidor subió en el tercer trimestre. Aseguró a los mercados que la inflación medida por el índice de precios al consumidor alcanzaría el 2% una vez que el impacto de los precios del petróleo amaine y añadió que el Banco de Japón revisará la situación según sea necesario y ajustará la política monetaria cuando sea necesario.
En una conferencia de prensa el 7 de octubre, Kuroda dijo que “la tendencia de subidas del consumo está mejorando de manera estable”, y reiteró el compromiso del BOJ para aumentar la base monetaria a un ritmo anual de 80 billones de yenes (700.000 millones de dólares) a través de compras agresivas de activos tales como bonos del gobierno.
Sin Cambios
Continuó diciendo que, “no hay absolutamente ningún cambio en nuestra postura de que vamos a poner en práctica de manera constante una expansión cuantitativa y cualitativa para alcanzar el objetivo de inflación del 2% a la mayor brevedad posible”. Kuroda simplemente no dijo cuándo.
Según Takuji Aida, economista jefe de Société Générale Securities, “el Banco de Japón va a revisar a la baja sus previsiones y expandirá su política monetaria de nuevo el 30 de octubre” y “Kuroda tiene que esperar hasta entonces para revisar a la baja su escenario”.
El USDJPY bajó ligeramente el viernes a 118,95 sobre una venta general del dólar.