El euro cotizaba fuertemente a la baja en los mercados asiáticos el lunes, tres días después de que los ataques terroristas coordinados en París conmovieron al país y al mundo entero. El euro cayó un 0,5% frente al dólar, alcanzando los 1,0710 y cayendo cerca de un 7% desde su máximo de 1,1495 de mediados de octubre. El euro también retrocedió frente al yen, cayendo a 130,645, su nivel más bajo desde finales de abril. Estos descensos parecían ser de corta duración, sin embargo, ya que la moneda común europea mostró un rebote que probablemente se extenderá a la sesión de Londres.
Aunque la turbulencia de los mercados probablemente fue un resultado directo de los ataques terroristas en Francia, el euro ya estaba bajo presión la semana pasada sobre el sentimiento de que el Banco Central Europeo probablemente va a aumentar su política de flexibilización monetaria. Con Francia tomando contramedidas rápidas contra el Estado Islámico en la noche del domingo, hay una posibilidad de que un optimismo renovado pueda impedir que el euro caiga aún más (suscríbase a nuestro boletín diario para recibir las últimas actualizaciones a medida que se desarrolla la situación).
No todos los instrumentos bajaron el lunes ya que las referencias del crudo, que se desplomaron un 8% la semana pasada, hoy subieron 28 centavos desde su último cierre, a 41,02 dólares por barril, mientras que los precios del Brent alcanzaron los 44,79 dólares, una subida de 32 centavos de dólar por barril. Los crecientes precios del petróleo pueden correlacionarse directamente con los ataques aéreos sobre ISIS, aunque muchos traders fundamentales mantienen un sentimiento bajista.
Mientras tanto, en Asia...
Los datos de Japón de hoy confirmaron que la tercera mayor economía del mundo ha caído en una recesión técnica, mostrando una contracción económica del 0,8% en el tercer trimestre y de un 0,7% en el segundo trimestre de 2015. A pesar de que este dato débil no fue una gran sorpresa, especialmente a la luz de la reducción de la demanda china, el Banco de Japón sigue mostrándose optimista de que el aumento del gasto en el trimestre actual revertirá la tendencia bajista.