Las bolsas de Asia cayeron el miércoles con los principales índices bajando más de un 1% cada uno ya que un intento de rally en Wall Street no logró materializarse debido a las preocupaciones por los precios del petróleo, el crecimiento económico y China.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo su pronóstico de crecimiento mundial para el 2016 durante la noche al 3,4%, desde el 3,6%, apuntando a un crecimiento más lento en los mercados emergentes, especialmente en China, a la caída de los precios de las materias primas y al aumento de los tipos de interés en EE.UU. como riesgos potenciales para el crecimiento mundial.
Los mercados de China abrieron en terreno negativo, después de un aumento del 3,5% en la sesión anterior, que mostró un número negativo de crecimiento para todo el año 2015.
El compuesto de Shanghai cayó un 1,37% y el compuesto de Shenzhen se redujo un 1,15%. Los mercados bursátiles reaccionaron cediendo todas las ganancias del martes. El CSI 300 cayó un 1,64%.
El índice MSCI Asia Pacífico, excluyendo Japón, se hundió un 2,1% para llegar a profundidades que no se veían desde finales de 2011 y el Nikkei de Japón cayó un 2,2%, bajando un 20% desde el pico del año pasado.
El índice Hang Seng de Hong Kong cayó un 3,77%, mientras que en Corea del Sur, el Kospi extendió sus pérdidas para cotizar a la baja un 2,73%.
Crudo de EEUU
El crudo estadounidense cayó a su nivel más bajo desde 2003, después de que el organismo de control de energía del mundo advirtió que el mercado podría “ahogarse en un exceso de oferta”. Los futuros del crudo bajaron 53 centavos a 27.93 dólares, mientras que el crudo Brent perdió 24 centavos a 28.52 dólares el barril.
Las primeras ganancias en Wall Street fueron borradas por la caída del crudo estadounidense. El Dow Jones terminó el martes bajando un 0,17%, mientras que el S&P 500 subió un punto y el Nasdaq cedió un 0,26%.
El sector energético del S&P cayó un 2,17% ya que los mínimos de 12 años en los precios del petróleo aumentaron los temores de pérdidas más profundas para las empresas de energía y el riesgo de que algunas pueden dejar de pagar sus deudas.