El Gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, se reunió con el primer ministro, Shinzo Abe, el viernes y abordó la situación económica y el desarrollo del mercado mundial. Kuroda dijo a la prensa que “no hubo ningún comentario concreto del primer ministro”.
Según el gobernador del Banco de Japón, la economía de Japón se mueve en línea con el escenario del Banco de Japón y ahora es el momento para controlar los efectos económicos de la decisión del mes pasado de adoptar una política de tipo de interés negativo.
La reunión tuvo lugar en un contexto de movimientos violentos que tuvieron lugar esta semana y que amenazan con sumir de nuevo a Japón en una profunda deflación y colapsar el actual experimento “Abenomics”.
Las tasas negativas no funcionan
Los desarrollos drásticos han sido desastrosos para el gobernador, Haruhiko Kuroda, quien promovió tasas negativas en contra de fuertes protestas de la mitad de los miembros con derecho a voto del Banco de Japón. El principal motivo para la medida fue contrarrestar la deflación mediante el debilitamiento de la moneda. En cambio, el yen se apreció un 9% frente al dólar estadounidense.
Japón ya está en las garras de la deflación. Los precios al productor cayeron un 3,1% en enero y la economía se contrajo en el cuarto trimestre. El yen al alza está haciendo las cosas aún más difíciles, lo que cuestiona la estrategia puesta en marcha hace 3 años por el primer ministro, Shinzo Abe, quien se comprometió a romper la psicología deflacionaria del país de una vez por todas.
David Bloom, jefe de divisas de HSBC, dijo que “se trata de un shock de política inversa. Estamos llegando a los límites de la flexibilización cuantitativa tal como la conocemos. Los países están perdiendo su capacidad para debilitar sus monedas”.
Bloom cree que no hay casi nada que pueda hacer el Banco de Japón para detener la afluencia de dinero en cualquier caso.