En un giro completo en su política monetaria, el Gobernador del Banco Central de Nueva Zelanda, Graeme Wheeler, presentó una reducción de un cuarto de punto en la tasa oficial de efectivo a un nivel mínimo record del 2,25 por ciento el jueves. El recorte de tipos se produjo apenas 5 semanas después de un discurso en el que señaló que no había ninguna urgencia para una flexibilización adicional en respuesta a la inflación débil.
La medida, a la que los mercados financieros sólo habían asignado una probabilidad del 30 por ciento, hizo que el dólar de Nueva Zelanda cayese poco más de un 1 centavo de dólar en las primeras operaciones. Wheeler también dijo que una flexibilización adicional podría ser necesaria, y la mayoría de los economistas ahora esperan un segundo recorte en junio.
El asistente del gobernador del banco central, John McDermott, dijo que la decisión del jueves realmente trató de estabilizar las expectativas de inflación. El Banco de Nueva Zelanda tiene proyectado mantener la inflación anual en un rango objetivo del 1 por ciento al 3 por ciento. Con la inflación anual actualmente rondando el 0,1 por ciento y las expectativas de inflación en un mínimo de 22 años, el banco central decidió recortar las tasas.
Más Flexibilización Esperada
Según Wheeler, “la política monetaria seguirá siendo acomodaticia. Además, la expansión de la política puede ser necesaria para asegurar que la futura inflación media se instale cerca de la mitad del rango objetivo”.
Las expectativas de inflación a largo plazo están bien ancladas en el 2 por ciento, pero siempre existe la posibilidad de que las tasas de interés puedan caer por debajo de esta tasa.
Un estratega señaló que “el mercado va a empezar con claridad a descontar al menos un recorte de 25 puntos básicos y posiblemente dos”.
El banco central ahora espera que el nivel de inflación regrese al rango objetivo para finales de 2016, más que en el trimestre actual y pronostica una tasa de letras a 90 días del 2,2 por ciento en diciembre.
El Banco de Nueva Zelanda recortó las tasas cuatro veces entre junio y diciembre del año pasado, tras cuatro subidas de tipos en 2014.