La reunión del G7 terminó el viernes sin tomarse ninguna medida concreta para avanzar hacia una economía mundial más estable.
Durante la conferencia de 2 días celebrada en Japón, las autoridades industriales se comprometieron a buscar un fuerte crecimiento global y expresaron su preocupación por Corea del Norte, Rusia y las disputas marítimas que implican China, pero pasaron por alto las diferencias sobre las divisas y las políticas de estímulo.
Afirmaron sus “compromisos con los tipos de cambio existentes en los valores de divisas determinados por el mercado y mantener abiertos los mercados mientras se abstienen de un exceso de volatilidad y de cualesquiera movimientos de los tipos que puedan tener consecuencias adversas para la estabilidad económica, financiera”.
Las siete autoridades políticas también prometieron “una política económica más fuerte y equilibrada” para “lograr un patrón de crecimiento sólido, sostenible y equilibrado”, atendiendo por separado las circunstancias concretas de cada país, mientras continúa sus esfuerzos para mover la deuda pública a una vía sostenible.
El G7 expresó su preocupación por los mares del Este y del Sur de China, apuntando a una acción más enérgica en China en medio de disputas territoriales con Japón y varios países del sudeste asiático.
Aunque sin mencionar a Beijing, el G7 reiteró su compromiso con la solución pacífica de las controversias marítimas y con el respeto de la libertad de navegación y de espacio aéreo. El grupo pidió a los países que se abstengan de “acciones unilaterales que puedan aumentar las tensiones” y que “resuelvan los conflictos por medios pacíficos”.
Advertencia Contra El Brexit
En su declaración final, el grupo advirtió que una salida del Reino Unido de la UE revertiría la tendencia de aumento global del comercio y de la inversión y plantearía una “grave amenaza para el crecimiento global”.
El primer ministro, David Cameron, ha estado haciendo campaña para que Gran Bretaña permanezca dentro del bloque de 28 países y no recurra a un Brexit.