El gobernador del Banco de la Reserva de Australia, Glenn Stevens, defendió las metas de inflación del banco central, mostrando sus intenciones de permanecer atento contra los riesgos de unas bajas tasas de interés continuas.
En lo que podría ser su último discurso público antes de dejar su cargo como presidente del banco central de Australia, Stevens dijo que no estaba de acuerdo con la opinión de que la orientación de la política monetaria del RBA debería ser cambiada y agregó que la inflación actualmente estaba “demasiado baja”.
“Creo que es sencillamente el mejor marco de política monetaria que hemos tenido”, dijo sobre la meta de inflación del 2-3 por ciento en el medio plazo. “Ha funcionado bien y creo que va a seguir funcionando”.
El dólar australiano se deslizó sobre los comentarios con la moneda local cayendo por debajo de los 72 céntimos de dólar ya que los operadores no veían la necesidad de revisar las expectativas de al menos un recorte de tasas más este año.
Economía Razonable
A pesar de las cifras de inflación más débiles de lo esperado, Stevens dijo que la economía estaba mostrando un rendimiento razonable, pero no a la velocidad deseada. El gobernador del RBA reiteró sus pronósticos recientes desde el Tesoro, que están vinculados al último presupuesto del Gobierno Federal, diciendo que las proyecciones coinciden en gran medida con las del banco central, pero advirtió que hay un largo camino por recorrer para devolver el presupuesto al superávit a medida que los riesgos siguen a inclinándose a la baja.
El primer movimiento del Banco de la Reserva sobre los tipos en el último año se anunció en la última reunión de la junta el pasado 3 de mayo, llevando el tipo de interés a un mínimo histórico del 1,75% pese a las preocupaciones con respecto a las posibilidades de creación de un estímulo adicional en el mercado de la vivienda.