Aunque agosto y septiembre tienden a ser meses débiles para los mercados bursátiles, los mercados mundiales se enfrentan a retos adicionales últimamente, debido a la continua agitación política en Washington y a los anuncios financieros de la cumbre anual de Jackson Hole a finales de esta semana. Los traders siguen preocupados de que el presidente estadounidense, Donald Trump, no pueda impulsar su agenda económica, que fue la piedra angular de su victoria electoral. El despido del jefe de estrategias de la Casa Blanca, Steve Bannon, un firme proteccionista, fue bien recibido por los inversores, llevando a un breve rally en las acciones de Wall Street, pero la noticia finalmente fue incapaz de mantener los mercados en verde.
Las acciones asiáticas cotizaban mixtas temprano en el comercio asiático, con el Kospi de Corea del Sur cayendo un 0,19 por ciento a las 10:18 am HK/SIN, pero el compuesto de Shanghai subió un 0,29 por ciento y el índice más amplio de acciones MSCI Asia Pacífico, excluido Japón, subió un 0,71 por ciento.
En los mercados de divisas, el dólar se alejó vacilando de mínimos de cuatro meses frente al yen, subiendo un 0,04 por ciento a 109,21 yenes. El dólar cayó tan bajo como a 108,605 yenes el viernes, un mínimo no visto desde abril. El euro permaneció en el rango frente al dólar, negociándose a 1,1758. Todas las miradas ahora están puestas en la reunión de banqueros centrales del mundo que se celebrará en Jackson Hole, Wyoming, a finales de esta semana. El miércoles, la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, hablará, igual que el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi. Los traders están buscando señales de una posible subida de tipos de interés de EE.UU. en el cuarto trimestre e ideas en la evaluación de Yellen de la estabilidad del mercado que puede afectar la política futura.