Ayer, la investigación dirigida por el asesor especial, Robert Mueller, se centró en una posible colusión ilícita entre la campaña de Trump y el gobierno ruso que presentó sus primeras acusaciones penales. El ex jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, fue acusado formalmente de 12 cargos basados principalmente en delitos de blanqueo de dinero, que se remontan a un período mayormente antes de que trabajara en la campaña de Trump. Rick Gates, otro ex asistente de campaña de Trump, fue acusado por cargos similares. Si bien los cargos parecen tener poco que ver con el presidente Trump, son suficientes para enviar a ambos hombres a la cárcel por el resto de sus vidas y están respaldados por recursos legales efectivamente ilimitados que superarán con creces las capacidades financieras de ambos hombres. Sin lugar a dudas, se ofrecerá una declaración de culpabilidad a cambio de ocultar algo más cercano al presidente, según la estrategia habitual de tales investigaciones estadounidenses. Ambos se han declarado inocentes y actualmente protestan enérgicamente por su inocencia.
Un tercer desarrollo inesperado puede ser más preocupante para el presidente: ayer se reveló que un ayudante menor, George Papadopoulos, fue arrestado en secreto el mes de julio pasado y ya se ha declarado culpable del cargo de mentirle al FBI sobre sus contactos con Rusia. Las batallas legales han comenzado y probablemente consumirán las energías de ambos lados de la división política de EEUU. Mientras los oponentes del presidente trabajan por una destitución prematura de su cargo, el presidente Trump ha descartado el proceso como una “cacería de brujas” motivada por motivos políticos y ha afirmado firmemente que no hubo colusión entre su campaña y el gobierno ruso.
El Banco de Japón emitió su orientación política mensual hace unas horas, sin cambiar los tipos y sin sorpresas. El Gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, declaró después del comunicado que no habría cambios en la política del Banco de proceder con una fuerte flexibilización monetaria para elevar la inflación al nivel objetivo del 2% tan pronto como sea posible. El yen se había estado fortaleciendo en las últimas horas, pero se ha estabilizado y prácticamente no ha cambiado frente al dólar, negociándose en este escrito a 113,13.