La lira turca se desplomó durante el fin de semana, alcanzando un mínimo histórico de 7,06 liras por dólar temprano en el comercio asiático. El movimiento hizo que los mercados globales cayeran en general a medida que los inversores se preocupaban por la tumultuosa relación de Turquía con Estados Unidos y por el fortalecimiento del control del presidente turco, Tayyip Erdogan, sobre la economía de su país.
La lira ha bajado casi un 40 por ciento este año, viéndose presionada por las demandas de Erdogan de tipos de interés más bajos a pesar de la alta inflación del país y sus continuas disputas políticas con Estados Unidos. La caída de la lira afectó directamente al euro, que tocó un mínimo de 1 año contra el franco el lunes temprano, cotizando a 1,1300 francos a las 9:50 am HK/SIN. El euro tocó un mínimo de 10 semanas de 125,29 contra el yen.
Según el ministro de Finanzas turco, Berat Albayrak, se implementará un nuevo plan de acción económica el lunes por la mañana para ofrecer tranquilidad a los inversores. Albayrak comentó que el plan tendrá un impacto en los bancos y las pequeñas y medianas empresas que han sido duramente afectadas por las drásticas caídas recientes de la lira. El viernes, la lira cayó hasta un 18 por ciento, registrando su caída más pronunciada desde 2001.
Según informó Reuters, Albayrak dijo al periódico turco Hurriyet que “desde el lunes por la mañana en adelante nuestras instituciones tomarán las medidas necesarias y compartirán los anuncios con el mercado”, aunque no ofreció detalles sobre cuáles serán las próximas medidas. Dio la impresión de que Turquía se involucraría con cuentas bancarias denominadas en dólares.
Según la CNBC, el presidente Erdogan dijo el domingo a reporteros turcos que su país no estaba en una crisis financiera y que el colapso de la lira no representaba los fundamentos económicos de Turquía. Se refirió a la situación que rodea a la lira como una “tormenta en una taza de té” y se refirió a los problemas económicos de su país como “una operación contra Turquía”.
Tensiones entre Estados Unidos y Turquía
Recientemente, Turquía y Estados Unidos han protagonizado un puñado de problemas que incluyen diferentes intereses con respecto a la guerra civil en Siria y el deseo de Turquía de comprar sistemas de defensa rusos. La detención de Andrew Brunson, un pastor evangélico en Turquía, también ha sido un punto doloroso para el presidente Trump, quien intentó responder sancionando a 2 ministros turcos y agregando aranceles adicionales al acero y aluminio turco. La semana pasada, una delegación turca se reunió con políticos estadounidenses en Washington, pero no se avanzó en las relaciones entre los 2 países.