El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció el domingo que retrasaría el aumento arancelario previsto para los productos chinos a la luz de los avances en las negociaciones comerciales que han tenido lugar en las últimas semanas. En un tweet que anunciaba su decisión, Trump dijo que había visto avances en las negociaciones, específicamente en relación con la protección de la propiedad intelectual, las transferencias de tecnología y los problemas monetarios y agrícolas. También está planeando una reunión entre él y el presidente chino Xi Jinping en su propiedad Mar-a-Lago en Florida en las próximas semanas. Planes más específicos no fueron lanzados al público.
Los mercados asiáticos reaccionaron enérgicamente al optimismo de Trump el lunes, con el Compuesto de Shanghai aumentando un impresionante 5,31 por ciento a las 2:50 p.m. HK/SIN, llevando el índice de referencia al territorio oficial de toros, con una ganancia de más del 20 por ciento desde enero. El Compuesto de Shenzhen subió un 5,21 por ciento a media tarde, lo que elevó el índice en un 18 por ciento desde enero. El Nikkei 225 de Japón ganó un 0,48 por ciento, mientras que el índice Hang Seng subió un 0,52 por ciento. El ASX 200 de Australia subió un 0,31 por ciento.
A pesar del optimismo global sobre el progreso de las negociaciones comerciales, el Representante de Comercio de los EE.UU., Robert Lighthizer, dijo que aún existen varios puntos conflictivos que pueden causar problemas para un acuerdo final. Una preocupación específica es la necesidad de que China ajuste su tratamiento de las empresas estatales y las transferencias de tecnología forzadas, así como la forma en que trata el robo cibernético.
Los precios del petróleo dirigen al sur
Los precios del petróleo fueron más bajos el lunes, incluso a medida que creció el potencial para un mayor comercio. Los futuros del WTI de EE.UU. cayeron un 0,17 por ciento a $ 57,16 por barril, y los futuros del crudo Brent bajaron un 0,31 por ciento a $ 66,91 por barril. Los descensos se produjeron después de que las empresas energéticas de Estados Unidos redujeran la cantidad de plataformas petroleras que operaban por primera vez en tres semanas, luego de que la producción de los Estados Unidos alcanzara un máximo histórico la semana pasada.