El Fondo Monetario Internacional anunció el martes que espera que la economía mundial crezca a una tasa del 3,3 por ciento, cifra inferior al 3,5 por ciento esperado originalmente. El recorte se produjo poco después de la expectativa de una política monetaria más dura por parte de la Reserva Federal y de las continuas guerras comerciales y las amenazas arancelarias que podrían elevar los precios para los consumidores en todo el mundo. Los riesgos están sesgados a la baja, según el FMI. "Si no se resuelven las diferencias y se produce un aumento en las barreras arancelarias por encima y más allá de lo que se incorpora en el pronóstico, habría mayores costes de los bienes de capital e intermedios importados y precios de bienes finales más altos para los consumidores".
Los comentarios tuvieron lugar mientras Washington lucha por concretar un acuerdo comercial con China y hacer realidad su Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (USMCA). El acuerdo pretende reemplazar el TLCAN (Acuerdo de Libre Comercio del Atlántico Norte), pero aún no ha recibido la aprobación del Congreso, a pesar de haberse firmado a finales de noviembre. Si el acuerdo se desintegra, la economía de EEUU podría enfrentarse a consecuencias perjudiciales, ya que perderá la asociación de sus dos socios comerciales más grandes, México y Canadá.
Los mercados asiáticos vieron problemas después del anuncio de FMI, con el Nikkei 2225 de Japón cayendo un 0,63 por ciento a las 12:18 pm HK/SIN. El Compuesto de Shanghai bajó un 0,39 por ciento y el Índice Hang Seng de Hong Kong bajó un 0,42 por ciento. El ASX 200 de Australia y el Kospi de Corea del Sur lograron ganancias modestas, subiendo un 0,04 por ciento y 0,09 por ciento, respectivamente. Las pérdidas siguieron a un día negativo en Wall Street durante el cual el S&P 500 rompió su racha de ganancias de ocho días y el Dow Jones y el NASDAQ también cerraron a la baja.
Además de la presión de la guerra comercial y las declaraciones de la Fed, el panorama del FMI para 2019 también se vio afectado por las posibles ramificaciones de un Brexit sin acuerdo y las tensiones políticas en varios países económicamente estratégicos.