El PIB de China en el segundo trimestre bajó a un mínimo de 27 años, debido a la desaceleración de la demanda causada por la disputa comercial con Estados Unidos. Estos datos contrastan con el hecho de que las ventas minoristas y la producción industrial de junio subieron (junto con la inversión), aunque algunos analistas advirtieron que este crecimiento no es sostenible y que los chinos tendrán que estimular la economía.
El crecimiento económico subió al 6,2% desde el 6,4% del primer trimestre, ya que los inversores y analistas esperan que China fomente el consumo y la inversión.
Algunos analistas ya prevén una reducción de los coeficientes de reservas obligatorias de los bancos, ya que es "muy probable que las autoridades quieran apoyar a la economía real a largo plazo". Esto fue confirmado por el primer ministro chino Li Keqiang a principios de este mes, quien también se comprometió a no utilizar estímulos "similares a las inundaciones".
Sin embargo, los responsables políticos chinos ya han mostrado su preferencia por el estímulo fiscal en lugar del monetario, ya que este año ya han realizado recortes fiscales masivos (por valor de 291.000 millones de dólares) y han emitido 2,15 billones de yuanes en bonos para fomentar la construcción de infraestructuras.
"Es probable que la política fiscal esté en el asiento del conductor y la política monetaria actuará en un papel de apoyo en los próximos meses", dijo un analista a Reuters.
Tanto las exportaciones como las importaciones chinas bajaron en junio, según los datos publicados este viernes. Mientras que las exportaciones cayeron un 1,3 por ciento (año tras año), las importaciones cayeron un 7,3 por ciento. Junto con esto, los datos no tan buenos del sector manufacturero mostraron los efectos de la guerra comercial en la economía china.
Por el contrario, la inversión en activos fijos aumentó en el primer trimestre un 5,8% interanual, mientras que la inversión inmobiliaria aumentó un 10,1% en junio. Las ventas al por menor aumentaron un 9,8%, mientras que la producción industrial aumentó un 6,3% (interanual).
Sin embargo, algunos analistas prefieren ser cautelosos con respecto a estos datos positivos.
"Los datos mensuales fueron mejores de lo esperado... (Pero) somos escépticos de esta aparente recuperación dada la evidencia más amplia de debilidad en la actividad de las fábricas", dijo un analista a Reuters, "De cara al futuro, dudamos que los datos de junio marquen el inicio de un cambio de rumbo", agregó.
Los mercados de valores asiáticos reaccionaron positivamente al anuncio, ya que el índice de acciones de Asia y el Pacífico más amplio del MSCI fuera de Japón subió un 0,2% después de perder un 1% la semana pasada.
En el mercado de divisas, el dólar australiano alcanzó máximos mensuales en los $0.7033, mientras que, contra el yen japonés, el dólar avanzó hacia los 108.04.
En el mercado de productos básicos, el crudo estadounidense cayó a $59.90 por barril, mientras que el Brent cayó a $66.50. El oro bajó a 1,410.01 por onza.