El aumento y la disminución del optimismo de los operadores en los últimos tiempos ha sacudido tanto a los mercados bursátiles como a los de divisas, por lo que no es de extrañar que el petróleo también se haya visto afectado. Los precios del petróleo han sido durante mucho tiempo vulnerables a las preocupaciones políticas, ya que un cambio en la demanda tiene un impacto directo en el consumo de petróleo. Con ese fin, la guerra comercial entre Estados Unidos y el Sinaíno ha sido uno de los impactos más fuertes de los últimos tiempos en los precios del petróleo. Con la ampliación del plazo de compra de Huawei y los anuncios del Presidente Trump de que todo está bien en el frente comercial, los precios del petróleo han subido ligeramente, ya que el optimismo fresco se ve atenuado por los temores de que la marea pueda cambiar en cualquier momento.
Los futuros WTI de EE.UU. subieron un 0,14 por ciento a partir de las 11:45 a.m. GMT del martes, cotizando a 56,29 dólares por barril. Los futuros de crudo Brent fueron marginalmente más bajos, con un descenso del 0,05 por ciento hasta alcanzar los 59,71 dólares por barril.
Como uno de los mayores compradores de crudo estadounidense en la primera mitad del año, una persistente disputa comercial entre China y Estados Unidos podría tener un impacto real en la economía estadounidense, por no hablar de la inclinación de la asignación de la oferta mundial. Además, las tensiones destinadas a reducir el comercio entre dos grandes potencias económicas también tendrán un impacto directo en la demanda de petróleo.
Por otro lado, las expectativas de que varios de los principales consumidores del mundo introduzcan políticas de relajación monetaria podrían aumentar la demanda de petróleo y evitar que los precios caigan en picado.
Según los informes de ClipperData publicados por la CNBC, la última carga de crudo estadounidense partió del Golfo de México rumbo a China el 6 de agosto. Aunque no es del todo infrecuente que haya algún retraso entre los envíos, será interesante ver cuándo sale el próximo. Aún así, Pekín ha dejado de lado otras importaciones de Estados Unidos, como la soja y los productos agrícolas, y existe la posibilidad de que también encuentren otras fuentes para su petróleo crudo.
Gibraltar liberó el petrolero iraní incautado que había estado retenido allí durante varias semanas, un movimiento que podría indicar un deshielo de las relaciones entre Irán y Occidente, pero este movimiento hizo poco para mover los precios del petróleo en comparación con la forma en que las cuestiones comerciales movían los mercados.