A más de 390 días de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la tensión no muestra signos de relajación, y los operadores han seguido prestando atención. Las acciones asiáticas cayeron rápida y fuertemente el lunes por la mañana, con el Nikkei 225 de Japón con una caída del 1,97 por ciento a las 10:04 a.m. HK/SIN, y el Kospi de Corea del Sur con una caída de poco más del 2 por ciento. El índice Hang Seng de Hong Kong registró los mayores descensos, con un descenso de hasta el 2,16 por ciento en las primeras fases del comercio.
Los mercados de divisas también reaccionaron a las tensiones comerciales, y el yen como moneda refugio. El dólar cayó 0.50 por ciento contra el yen a 106.05 el lunes por la mañana, significativamente por debajo de los 109 marcos de la semana pasada.
El jueves, el presidente Donald Trump anunció la posibilidad de implementar otra ronda de aranceles del 10 por ciento sobre hasta 325.000 millones de dólares de importaciones chinas a Estados Unidos, y sus palabras incendiarias se extendieron inmediatamente por los mercados. Estados Unidos ya ha impuesto aranceles a bienes chinos por valor de 250.000 millones de dólares. China, por su parte, ha puesto aranceles a 110.000 millones de dólares de bienes estadounidenses y ha amenazado con tomar medidas de represalia si los EE.UU. implementan aranceles adicionales.
Según los informes del Wall Street Journal publicados de nuevo por la CNBC, todos los principales asesores de Trump se opusieron a sus llamamientos para que se aplicaran nuevos aranceles a los productos chinos, pero Trump insistió en hacerlos avanzar a pesar de las objeciones de su equipo. Entre los que se opusieron a las nuevas tarifas estaban el asesor económico Larry Kudlow, el asesor de seguridad nacional John Bolton y el jefe de personal en funciones Mick Mulvaney. Trump anunció su decisión a través de Twitter en lo que él insinuó es una respuesta directa por el hecho de que China no haya comprado grandes cantidades de productos agrícolas estadounidenses como había prometido.
Durante el fin de semana, Peter Navarro, Director de Comercio y Política Manufacturera, afirmó públicamente que los aranceles actuales no estaban aumentando los costos para los estadounidenses. Afirmó que China estaba asumiendo los costos de los aranceles y que no ha habido impactos negativos en las empresas de Estados Unidos, una afirmación que el propio Trump ha hecho valer desde hace mucho tiempo. En una entrevista con Fox News, al enfrentarse directamente a las estadísticas que muestran que los precios para los consumidores estadounidenses han estado subiendo, Navarro afirmó que los fabricantes chinos estaban bajando los precios para compensar los aranceles. A pesar de esta afirmación, no cabe duda de que los importadores son los que pagan la factura, ya que son ellos los que deben pagar los derechos de importación que luego transfieren a sus clientes.
Sin embargo, a pesar del conflicto y la confusión con respecto a los aranceles actuales y las intenciones futuras, una cosa sigue estando clara: los mercados continuarán reaccionando con firmeza a las noticias relacionadas con el comercio en un futuro previsible.