Las ventas minoristas de Japón cayeron a su ritmo más rápido en casi cinco años en octubre, después de que el gobierno japonés elevara el impuesto nacional sobre las ventas del 8 por ciento al 10 por ciento en un esfuerzo por fijar la pesada carga de la deuda pública del país, que en la actualidad es el doble del tamaño del producto interno bruto (PIB) del país.
El aumento de los impuestos se pospuso dos veces, y siempre ha persistido la preocupación de que la acción podría causar problemas económicos más amplios, incluida la falta de incentivos para el crecimiento y una reducción de las importaciones y la producción.
Las ventas minoristas de Japón cayeron en picado un 7,1 por ciento en octubre, superando las estimaciones de un descenso del 4,4 por ciento. Además, esta semana se publicaron datos negativos en Japón, lo que indica que la economía del país se estancó en el tercer trimestre y que las exportaciones se contrajeron a su ritmo más rápido en tres años. El último aumento de los impuestos sobre las ventas en Japón, el aumento del 5 al 8 por ciento en 2014, también ralentizó la economía del país.
Según informes del Japan Times, la subida de impuestos no fue el único factor que causó las sombrías cifras de ventas de octubre; un tifón azotó el centro y el este del país y provocó que las tiendas y restaurantes permanecieran cerrados durante algún tiempo, lo que afectó a sus resultados generales.
Para compensar el aumento de los impuestos y aliviar la carga de los consumidores, algunas empresas japonesas han comenzado a recortar los precios, una medida que podría poner en peligro a las empresas más pequeñas o dejarlas completamente fuera del negocio y podría amenazar también a los modelos de negocio de las empresas más grandes. El ciclo, advierten los analistas, podría crear desafíos económicos adicionales para la ya en dificultades economía de Japón.
A principios de este mes, el primer ministro japonés Shinzo Abe pidió a su gabinete que elaborara un paquete de medidas de estímulo que ayudara a construir la economía y crear la infraestructura necesaria para hacer frente a los grandes desastres naturales, como el tifón que azotó Japón en octubre. Según el secretario jefe del gabinete, Yoshihide Suga, el paquete incluirá opciones para promover la inversión y el crecimiento mediante el uso de préstamos. El paquete aún no ha sido finalizado. Cuando se implemente, este será el primer plan de estímulo económico en Japón desde 2016. Se espera que el plan incluya medidas hasta 2021.