Con millones de personas obligadas a quedarse en casa en todo el mundo, la depresión mental tiene una buena oportunidad de colarse en la psique global. ¿Pero está en camino una depresión económica? Los analistas han empezado a dar vueltas a la palabra con D después de los dramáticos descensos en Wall Street y las preocupaciones de que el virus COVID-19 tardará meses en contenerse, lo que hará que el negocio mundial esté casi paralizado.
Las acciones se desplomaron el lunes y el promedio industrial Dow Jones tuvo su peor día desde 1987, cerrando en un 12,9 por ciento. El índice cayó más de 3.000 puntos durante la sesión comercial del lunes antes de ganar ligeramente para el cierre del día. El Nasdaq Composite perdió 12.3 por ciento en el día, el peor día del índice en la historia. El S&P 500 cerró con una caída del 11,98 por ciento.
Los analistas de Reuters señalaron que el S&P 500 cayó un promedio de 28 por ciento de pico a valle durante las recesiones de los últimos 70 años, pero que el índice ahora está abajo 29.5 por ciento desde su cierre récord el 19 de febrero. Sin embargo, en la crisis financiera de 2008, el índice cayó más del 50 por ciento, dejando a los comerciantes y analistas preocupados por el hecho de que todavía tiene que caer más antes de tocar fondo.
¿Funcionan las nuevas políticas?
En estos días parece que los responsables políticos están implementando nuevas políticas más rápido que nunca; a nivel político, se han tomado decisiones para restringir los viajes, las reuniones, la escuela y otros eventos en el día a día. A nivel económico, los bancos centrales mundiales han tomado decisiones rápidas sobre los recortes de los tipos de interés y las políticas de estímulo. No obstante, sigue habiendo pánico en todo el mundo. ¿Y si estas medidas no son suficientes? Peor aún, los profesionales de la salud advierten que la pandemia de coronavirus puede durar varios meses más, tal vez hasta el verano, lo que tendría un impacto económico prolongado que aún no ha sido tasado en el mercado. Los analistas siguen preocupados por el hecho de que los bancos centrales ya hayan utilizado las herramientas más potentes en sus arsenales, lo que deja poco margen para estimular la economía en el futuro, cuando probablemente sean necesarias más medidas.
Movimientos de divisas
Durante la sesión asiática del martes, el dólar continuó siendo la divisa más fuerte, y contra el yen japonés, el dólar avanzó 0.74% para situarse en los 106.63. Asimismo, el dólar avanzó contra sus principales socios comerciales. La libra esterlina cayó 0.342% contra el dólar para comerciarse en 1.222 dólares a las 3:01 p.m. HK/SIN. El euro cedió 0.25 contra el dólar para alcanzar los $1.115.