Según los datos publicados por la Oficina Australiana de Estadística, las ventas al por menor aumentaron un 0,1% en mayo (en términos intermensuales), por debajo de las expectativas del 0,7% y del 1,1% de abril.
Al parecer, el reciente aumento de los casos de COVID-19, que empujó al estado de Victoria a imponer un bloqueo, acabó afectando a la demanda. Las ventas en el estado bajaron un 1,5% al caer varias industrias locales, aparte de los minoristas de alimentación, que impulsaron las ventas en el resto del país. El aumento de las ventas en los estados de Queensland y Australia Occidental contrarrestó las caídas en Victoria.
En cambio, el calzado, el comercio minorista de artículos para el hogar, la ropa y los accesorios compensaron la subida del comercio minorista de alimentos.
Desde el comienzo de la pandemia, se han notificado 30.352 casos de COVID-19 en Australia, incluidas 910 muertes, lo que la convierte en uno de los países que más ha conseguido contener la propagación del virus. Hasta ahora, sólo se han distribuido 5.733.509 dosis de vacunas entre la población local, mientras que 857.232 personas ya han sido vacunadas en su totalidad.
El relativo éxito de Australia puede atribuirse a las estrictas medidas de distancia social que ha impuesto, así como a su decisión de restringir sus fronteras. Esto ha permitido al gobierno australiano ser relativamente lento con el despliegue de la vacuna, que se lanzó oficialmente en febrero. El estado que lidera el número de dosis administradas es Victoria, seguido de Nueva Gales del Sur y Queensland.
A pesar de que el lento despliegue de la vacuna en Australia ha sido muy criticado, algunos piensan que puede acabar siendo positivo para la economía local.
"Hay que recordar que los australianos se gastan algo así como 65.000 millones de dólares cada año cuando van al extranjero. Ese dinero está aquí y, en cierto sentido, está creando un gran estímulo para la economía", comentó un analista de Sky News, añadiendo que, a pesar de que los problemas con AstraZeneca ralentizan la apertura de la economía local, esta situación puede acabar siendo positiva.
En su última reunión, el Banco de la Reserva de Australia decidió mantener los tipos de interés, en línea con las expectativas. La decisión fue notable, dadas las presiones inflacionistas en el resto del mundo. El banco insistió en que no tiene previsto cambiar la orientación de su política monetaria hasta que los niveles de inflación se mantengan de forma sostenible entre el objetivo del 2 y el 3 por ciento.
La situación diplomática con China, uno de los principales socios comerciales de Australia, sigue deteriorándose. Recientemente, el gobierno australiano decidió presentar una queja formal contra China ante la Organización Mundial del Comercio, alegando que la decisión de China de imponer un arancel del 218% a los vinos australianos es ilegítima.
China se defendió alegando que Australia exporta deliberadamente su vino a un precio inferior al que normalmente se cobra en el mercado local, lo que les empujó a imponer los aranceles como represalia. Según fuentes chinas, los aranceles podrían mantenerse durante unos cinco años.
Hacia las 7:39 GMT, el dólar australiano subía un 0,27% frente al dólar estadounidense, alcanzando el nivel de 0,7497