La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, declaró recientemente que el banco cambiará su orientación política en su próxima reunión para mostrar que la reactivación de la inflación es un objetivo importante para el banco.
Esto implica que el banco no tiene planeado poner fin a su política monetaria ultraflexible en breve y que incluso podría anunciar que tolerará niveles de inflación superiores a su objetivo del 2%.
"Dada la persistencia que debemos demostrar para cumplir nuestro compromiso, la orientación futura será ciertamente revisada", comentó Lagarde durante una entrevista con Bloomberg TV. "Mi sensación es que seguiremos empeñados en mantener unas condiciones de financiación favorables en nuestra economía".
La actual orientación política del banco dice que comprará bonos si es necesario, así como que mantendrá las tasas de interés en mínimos históricos hasta que se alcance el objetivo de inflación del 2% del banco.
Todavía no está claro cómo va a cambiar exactamente la orientación del banco, aunque Lagarde comentó que el objetivo principal es anunciar que el BCE tiene el propósito de mantener las condiciones de crédito fáciles, tranquilizando a los inversores en el proceso.
Al igual que el resto del mundo, la economía de la Eurozona se vio muy afectada por el avance de la pandemia del Coronavirus. Sin embargo, ahora que la economía se está reabriendo, el PIB va a repuntar este año, con un crecimiento esperado del 4.8%. Del mismo modo, los analistas esperan que la economía de la Eurozona crezca un 4.5% el próximo año.
En un intento de contrarrestar los efectos negativos de la pandemia sobre el crecimiento económico, el Banco Central Europeo decidió continuar con su política monetaria de gran flexibilidad, siguiendo a otros bancos centrales de todo el mundo.
Por su parte, la Comisión Europea decidió poner en marcha un programa de estímulo, que consiste en distribuir unos 750 billones de Euros entre los socios durante los próximos seis años. El programa de recuperación, que comenzó oficialmente el año pasado, se financiará con préstamos obtenidos en los mercados financieros, cuya carga será compartida por todos los miembros. Los miembros de la Unión Europea tienen previsto pagar la deuda principalmente con los ingresos fiscales y las tasas de los Estados miembros en las próximas décadas.
Se espera que Italia sea el principal beneficiario de este programa, y está previsto que reciba 200 billones de Euros. También se espera que España, Polonia y Francia reciban una suma considerable. Otros países, como Luxemburgo, apenas recibirán ayuda financiera.
En lo que va de semana, el Euro ha caído un 0.08% frente al Dólar, cediendo las ganancias de la semana pasada. El domingo se mantuvo estable frente al billete verde, rompiendo una racha de dos días de ganancias y cerrando la sesión en el nivel de 1.1873.
A las 7:04 GMT, el EUR cayó frente al USD, retrocediendo un 0.09% y cayendo hasta el nivel de 1.1863.