El miércoles, el billete verde alcanzó un máximo de dos meses, teniendo su mayor subida mensual desde finales de 2016, ganando un 0.14 % y cerrando la sesión en el nivel de 92.57.
El Dólar había estado ganando territorio principalmente porque el ADP informó que las nóminas privadas crecieron a un ritmo más rápido de lo esperado en junio. Las Nóminas privadas aumentaron en 692.000, más de lo que esperaban los analistas, que preveían un aumento de 550.000, aunque por debajo de las 886.000 ganancias del mes anterior.
Por lo visto, la mayor parte de las ganancias proceden del sector de los servicios, en particular de los sectores del ocio y la hotelería.
"Los proveedores de servicios, el sector más afectado, siguen haciendo el trabajo pesado, con el ocio y la hotelería registrando la mayor ganancia a medida que las empresas comienzan a reabrir a plena capacidad en todo el país", comentó la economista jefe de ADP, Nela Richardson.
El Departamento de Trabajo de EE.UU publicará hoy el informe sobre las Nóminas no Agrícolas. Los economistas son optimistas en este sentido, ya que esperan que el gobierno informe de un aumento de los puestos de trabajo de 700.000 en junio, que es superior a los 559.000 de mayo. Se espera que la tasa de desempleo se sitúe en el 5.7%, tras situarse en el 5.8% el mes anterior.
Si los economistas están en lo cierto, esto implica que la Reserva Federal podría deshacerse de su política monetaria ultralaxa más rápido de lo previsto.
Otra razón por la que el Dólar ha ido ganando terreno es el hecho de que la variante delta se está extendiendo en otros países, lo que ha hecho caer a otras divisas. En Estados Unidos, el número de casos ha ido reduciéndose, principalmente por el avance de la campaña de vacunación.
Hasta ahora se han distribuido 327 millones de dosis de vacuna contra el Coronavirus entre la población estadounidense. De los cuales, 155 millones están totalmente vacunados, lo que supone alrededor del 47.2% de la población total. Desde el comienzo de la pandemia se han registrado 34.561.403 casos en Estados Unidos, así como 620.645 muertes, lo que lo convierte en el país más afectado del mundo.
Para contrarrestar los efectos de la propagación del virus en la economía, la Reserva Federal ha impulsado una política monetaria ultralaxa, que incluye el mantenimiento de las tasas de interés en un mínimo histórico, así como el aumento del programa de compra de activos del banco. Además, el gobierno estadounidense ha puesto en marcha uno de los planes de estímulo fiscal más ambiciosos de la historia del país, una medida que ha sido muy criticada, ya que se cree que está relacionada con la actual presión de la inflación.