Según los datos publicados por el Departamento de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el Índice de Precios al Consumo se situó en julio en el 0.5%, en línea con las expectativas y por debajo del 0.9% de junio. En términos anuales, el IPC subió un 5.4%, por encima de las expectativas del 5.3% y al igual que el mes anterior.
Excluyendo los precios de los alimentos y la energía, el IPC subió un 0.3%, por debajo de las expectativas del 0.4% y del 0.9% del mes anterior. En términos anuales, el IPC subió un 4.3%, por debajo del 4.5% del mes anterior y en línea con las expectativas.
Aparentemente, la inflación se ha desacelerado en algunos sectores que antes contribuían significativamente al aumento de los precios. Los precios de los coches y camiones usados subieron un 0.2% en junio, lo que contrasta con el aumento del 10% del mes anterior. Los precios de las prendas de vestir aumentaron un 0.7%, mientras que los del transporte subieron un 1%.
Estos datos respaldan la idea de que las recientes presiones inflacionistas son transitorias y que los niveles de inflación recientemente alcanzaron su punto máximo , ideas que han sido promovidas por los responsables políticos de la Reserva Federal.
"Los datos del IPC de hoy deberían ayudar a apaciguar los temores de los inversores de que la Reserva Federal sea demasiado indulgente con las presiones inflacionistas", comentó un analista de Principal Global Investors. "Los detalles de los datos publicados sugieren cierta relajación en el impulso de los precios impulsado por la reapertura y la escasez de oferta, y sugieren tímidamente que la inflación puede haber tocado techo". Los inversores del bando transitorio se sentirán ligeramente reivindicados.
Estos datos también ponen en duda la idea de que la Reserva Federal acabe subiendo las tasas de interés.
Recientemente, el gobierno de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de infraestructuras de un millón de dólares, después de que el Congreso no lograra acordar un plan global durante años. El proyecto de ley contó con el respaldo de los 50 senadores demócratas, así como de 19 republicanos, lo que lo convierte en un proyecto bipartidista.
A pesar de las buenas noticias, Estados Unidos sigue luchando contra la propagación de la variante Delta del virus COVID-19, que amenaza con obstaculizar la recuperación económica.
Desde el comienzo de la pandemia, se han registrado 37.060.454 casos de COVID-19 en Estados Unidos, incluyendo 635.219 muertes relacionadas, lo que lo convierte en el país más afectado del mundo, seguido de India, Brasil, Rusia y Francia. El gobierno intenta ahora avanzar en una campaña de vacunación masiva, aunque todavía se enfrenta a la resistencia de una parte de la población. Hasta ahora se han distribuido 353 millones de dosis de vacunas entre la población, y 167 millones de personas están ya totalmente vacunadas, lo que supone el 50,8% de la población total.