El 27 de agosto, Yin Youping, director adjunto de la Oficina de Protección de los Derechos del Consumidor Financiero del Banco Popular de China (PBoC), se refirió a las criptomonedas como activos especulativos y advirtió a la gente que "protegiera sus bolsillos".
Los esfuerzos por socavar el Bitcoin -una moneda descentralizada fuera del control de gobiernos e instituciones- se consideran en gran medida un intento de las autoridades chinas de hacer flotar su propia moneda electrónica.
Aunque es ampliamente criticado por su volatilidad, su uso en transacciones nefastas y por el uso exorbitante de electricidad para minarlo, el Bitcoin está siendo visto por algunos, especialmente en el mundo en desarrollo, como un puerto seguro durante las tormentas económicas.
Pero a medida que más personas recurren a las criptomonedas como una inversión o un salvavidas, estos problemas se han manifestado en una serie de restricciones a su uso.
El estatus legal de Bitcoin y otras altcoins (monedas alternativas a Bitcoin) varía sustancialmente de un país a otro, mientras que en algunos, la relación sigue sin definirse adecuadamente o cambia constantemente.
El PBoC quiere ser uno de los primeros grandes bancos centrales del mundo en lanzar su propia moneda digital, y con ello podría controlar más estrechamente las transacciones de su población.
El 24 de septiembre, el PBoC fue más allá y prohibió rotundamente las transacciones de criptodivisas en el país.