El Banco de Japón cambió su postura sobre la inflación en su reunión del martes por primera vez desde 2014. Con el aumento de los costos de la energía, el Banco de Japón ha decidido revisar su proyección de inflación del 0.9% al 1.1% para el año fiscal que comienza en abril. El banco también prevé que la inflación se mantenga en el 1.1% para el año siguiente. Esto indica que, aunque Japón se ha mantenido al margen de la inflación que recorre varias economías del mundo, los precios siguen subiendo, sobre todo los de los combustibles y los productos básicos para cocinar.
El Banco de Japón también utilizó un lenguaje ligeramente diferente en su reunión para describir su evaluación del riesgo de precios. Desde 2014, la evaluación del riesgo de precios del banco ha estado "sesgada a la baja", mientras que ahora el banco dijo que estaba "generalmente equilibrada".
El Banco Mantiene la Política Monetaria
Sin embargo, las empresas japonesas han estado absorbiendo estos aumentos de precios en su mayor parte, y la inflación de Japón sigue siendo hasta ahora más débil que la de otros países como Estados Unidos o el Reino Unido. De hecho, en su informe trimestral de perspectivas, el banco continúa proyectando que la inflación se mantendrá muy por debajo del 2% para el periodo que finaliza en 2024.
Por lo tanto, a partir de ahora, el banco mantiene su política monetaria y no hace ningún cambio en las políticas de compra de activos, tasas de interés negativas y control de la curva de rendimiento. Esto ocurre incluso cuando otros bancos centrales mundiales están endureciendo sus políticas monetarias. Por ahora, el estímulo impulsado por la pandemia que el gobierno japonés ha estado inyectando en su economía continuará.
Esta revisión del Banco de Japón era esperada en gran medida por los mercados financieros, aunque una hora después del anuncio, el Yen Japonés cayó frente al Dólar estadounidense hasta un mínimo de casi 5 años, a ¥115.
En noviembre y diciembre de 2021, Japón registró un aumento interanual de los costos al por mayor de entre el 8% y el 9%, lo que indica que los costos de los insumos están aumentando.
El gasto de los consumidores ha aumentado en Japón, ayudado principalmente por el levantamiento de las restricciones y el estado de emergencia de las principales ciudades, incluida Tokio. Sin embargo, con la rápida propagación de la variante Ómicron, es factible que el gobierno de Japón vuelva a tomar estas medidas, lo que tendrá un efecto inevitable en el comportamiento de los consumidores.