El EURUSD resiste a la altura de los 1,2955.
Parece que el gap de mayo de 2012, que coincide con el retroceso de 61,8% de Fibonacci, está siendo lo suficientemente potente como para frenar el ímpetu bajista.
A lo largo de la semana pasada no se vieron nuevos mínimos e, incluso, se empezaron a observar los primeros síntomas de agotamiento y generación de divergencias positivas.
Para esta semana, estaremos atentos a si el par consigue escapar del canal descendente en el que se encuentra inmerso y de si consigue cerrar claramente por encima de los 1,3180. Por el contrario, un cierre claro por debajo de los 1,2955 sugeriría el inicio de un nuevo impulso a la baja.