La libra esterlina experimentó algo parecido a un 'flash crash' el viernes, ya que se redujo drásticamente a mínimos de 30 años de $ 1,189 antes de recuperarse ligeramente hasta $ 1,2399. El “cable” se había cambiado en $ 1,30 sólo la semana pasada y la reciente caída drástica tiene a los inversores seguros de que el Brexit tiene y seguirá teniendo un impacto más grande que el calculado originalmente. El presidente francés, François Hollande, ha seguido apoyando las negociaciones de línea dura con el Reino Unido, que se prepara para salir de la Unión Europea. Los comentarios de Hollande el jueves hicieron eco de los emitidos por la canciller alemana, Angela Merkel, quien declaró firmemente que el Reino Unido no recibiría ningún tratamiento especial tras la retirada de la UE. Muchos operadores pronostican una continua volatilidad en los mercados de divisas, especialmente en lo que se refiere a la libra hasta el final del año, si no más.
Por su parte, el euro bajó un 0,2 por ciento en los mercados asiáticos, alcanzando $ 1,1128 y todo indica que registrará una pérdida del 1 por ciento para la semana. El dólar se mantuvo firme durante la sesión asiática del jueves, con datos que muestran que las solicitudes de beneficios por desempleo cayeron la semana pasada. Sin embargo, la publicación de la cifra de nóminas no agrícolas para setiembre que se situó en 156,000 decepcionó a los analistas, que habían previsto un crecimiento hacia 175,000. Este dato ha hecho meya en la fortaleza del dólar, que viene cayendo en las últimas horas de la sesión de Nueva York.