Los mercados del Oro no han hecho nada en las últimas dos semanas, y desafortunadamente, puedo decir lo mismo para la sesión del viernes. Estamos en torno al nivel de US$1730, que es un pequeño imán para el precio en este momento. Sin embargo, considero que el verdadero soporte por debajo, cerca del nivel de US$1700, atraerá mucha atención, ya que es el área de Retroceso de Fibonacci del 61.8%, y un área desde la que habíamos repuntado previamente.
Si sufriera un breakdown por debajo de ese mínimo reciente, se abriría una gran presión de venta en el mercado del Oro, abriendo la posibilidad de una caída hasta el nivel de los US$1500. Esto posiblemente iría acompañado de un aumento de los rendimientos en Estados Unidos o de algún tipo de venta importante de cosas relacionadas con el apetito por el riesgo en general.
Por otro lado, la EMA de 50 días se encuentra en el nivel de US$1772 y se inclina hacia abajo para mostrar señales de debilidad. No obstante, es previsible que el mercado siga encontrando mucha resistencia, especialmente hasta la EMA de 200 días. Si superáramos la EMA de 200 días, que está cerca del nivel de US$1800, entonces sería un comprador de este mercado. Hasta que eso ocurra, creo que el Oro seguirá siendo algo que se debería vender en los rallys a corto plazo que muestren señales de agotamiento. Esto será especialmente cierto en los gráficos de corto plazo. En igualdad de condiciones, el Oro sigue pareciendo muy blando, pero se podría argumentar que el hecho de que no hayamos caído de nuevo es el comienzo de algún tipo de ejercicio de construcción de bases. Aún es demasiado pronto para decir eso con algún tipo de certeza, pero vale la pena señalar que el mercado de la Plata también parece estar tratando de formar una base.
En mi opinión, lo único con lo que se puede contar es con mucho ruido a corto plazo en general y, por lo tanto para mí es imperativo mantener un tamaño de posición algo pequeña, al menos hasta que consigamos algún tipo de vela impulsiva que podamos seguir en el marco temporal diario. Las próximas semanas van a tratar de decidir si la tendencia ascendente de los últimos dos años puede mantenerse o si estamos destinados a seguir sufriendo un breakdown.