El índice parisino intentó inicialmente repuntar durante la sesión de trading del jueves, pero luego se dio la vuelta para volver a caer. Al hacerlo, el mercado terminó formando una especie de martillo invertido, que se encuentra justo encima de una línea de tendencia ascendente. Esta línea de tendencia al alza ha sido importante durante un tiempo, y ahora parece que el nivel de 6.600 Euros es al que todo el mundo presta atención.
Hay que tener en cuenta que los índices de valores de todo el mundo parecían un poco sospechosos más tarde en el día, y el CAC no fue el culpable del préstamo. Si rompemos por debajo de los 6.600 Euros, es muy posible que vayamos a buscar el nivel de los 6.500 Euros. Esa es un área que atraería cierta atención, pero al final del día podríamos estar iniciando algo un poco más peligroso. Es probable que el mercado vea un tipo de "pensamiento de grupo", ya que la mayoría de los índices se seguirán unos a otros hacia arriba o hacia abajo. Una vez dicho esto, hay que tener en cuenta que el CAC es muy sensible a la actitud general de los bienes de lujo y, por tanto al gasto de los ricos. En otras palabras, si empezamos a ver un crecimiento en los bienes de primera necesidad, el CAC se verá afectado.
Por otro lado, si de repente se produce una situación de "compra de dips", es previsible que el CAC encuentre compradores. No obstante, como mínimo nos gustaría ver a este mercado sacar la parte superior de la vela de la sesión del jueves, lo que significa que romperíamos por encima del área de los 6700 Euros, lo que de por sí tendría cierta importancia psicológica. Superar el nivel de los 6.800 Euros permite entonces que este mercado suba mucho más, quizás alcanzando el nivel de los 7.000 Euros.
Anticipo que seguramente es mejor esperar a que el mercado se decida al final del día el viernes para poner el dinero a trabajar el lunes, porque anticiparía que va a haber mucho comportamiento entrecortado más que otra cosa. En cualquier caso, este es un mercado que parece preparado para hacer algún tipo de movimiento, y tengo que admitir que la vela me tiene pensando a la baja. Sin embargo, esperemos hasta que el mercado nos diga a dónde quiere ir antes de poner el dinero a trabajar, ya que una falsa salida es muy de esperar.