El Dólar australiano ha ido de un lado a otro durante el transcurso de la sesión de trading del martes, ya que seguimos viendo este mercado como uno que favorece la baja, pero puede que estemos un poco sobrepasados en el corto plazo. Por ello, no debemos sorprendernos de ver algún tipo de rebote, pero ese rebote para mí será una buena oportunidad de venta. El Dólar australiano seguirá sufriendo a manos del billete verde, porque sinceramente el billete verde está superando a casi todo. El Dólar australiano no será diferente, sobre todo porque está muy vinculado a los mercados de materias primas, que están por todas partes ahora mismo.
El Banco de la Reserva de Australia se ha mostrado muy moderado últimamente y ha sugerido que la reducción de las compras de bonos podría tardar en llegar, por lo que tiene bastante sentido que veamos a este par buscar por debajo del nivel de 0.70. El nivel de 0.72 por debajo es un soporte a corto plazo, pero considero que es sólo cuestión de tiempo antes de que rompamos por debajo de ese nivel. Los repuntes en este punto se mirarán a través del prisma de las oportunidades de venta, y la posibilidad de recoger "Dólares estadounidenses baratos".
En cuanto a la compra, no tengo interés en hacerlo hasta que rompamos por encima de la EMA de 200 días, que actualmente se encuentra en el nivel de 0.7415. La superación de ese nivel podría abrir la posibilidad de un intento de superar el nivel de 0.75, e incluso el de 0.76. Cualquier cosa por encima de este nivel cambiaría la tendencia general a largo plazo, y estamos a una distancia significativa de que esto ocurra. En mi opinión, sólo es cuestión de tiempo que el mercado logre un breakout, por lo que consideraré cada repunte como una oportunidad, ya que el impulso a la baja ha cobrado bastante velocidad. Además, hay que prestar mucha atención al hecho de que la China continental en los últimos dos meses ha dado señales de problemas. Los mercados pueden ser ruidosos, pero de todos modos favorecen bastante a la presión negativa que se desprende de que la Reserva Federal es uno de los pocos bancos centrales significativos que buscan reducir las compras de bonos, endureciendo así la política monetaria.