Al igual que la semana pasada, el USD/JPY se mantiene estable en torno al nivel de resistencia de 114.47, cerca de su máximo en más de un mes. Esto se produce en medio de una oleada de apetito por el riesgo y el abandono del Yen Japonés como refugio seguro debido al optimismo de los mercados sobre el Ómicron, además de las crecientes expectativas de que la fecha de la subida de las tasas de interés en EE.UU será antes de lo que se pensaba. Recientemente, hemos observado el estancamiento del gasto de los consumidores estadounidenses, ajustado a la inflación, en noviembre, ya que el mayor aumento de los precios en casi cuatro décadas erosionó el poder adquisitivo. Las cifras del Departamento de Comercio de la semana pasada mostraron que las compras de bienes y servicios, ajustadas por el aumento de los precios, apenas variaron después de subir un 0.7% en octubre. El llamado gasto nominal, no ajustado a la inflación, aumentó un 0.6%, igualando la estimación promedio de los economistas.
Hay una serie de corrientes cruzadas que subyacen a las cifras de gasto. Muchos estadounidenses, en medio de los titulares sobre las abarrotadas cadenas de suministro, comenzaron las compras navideñas antes de lo habitual este año, lo que ayudó a explicar el fuerte avance del mes anterior. Pero al mismo tiempo, los consumidores se enfrentan a la inflación más rápida en décadas. Cada vez que van al supermercado o a la gasolinera se comen un poco de su sueldo, por lo que les queda menos para las compras discrecionales. Y la nueva variante Ómicron del Coronavirus amenaza con frenar el repunte inicial de los gastos en servicios.
El informe mostró que los estadounidenses están gastando más en necesidades en medio de un alza de precios. El dinero gastado en vivienda y servicios públicos aumentó el mes pasado, al igual que el gasto en gasolina y alimentos. Los datos mostraron que el gasto ajustado a la inflación en servicios subió un 0.5%, el máximo en tres meses, mientras que el gasto en bienes cayó un 0.8%, el primer descenso desde julio.
El S&P 500 ha avanzado y cotiza cerca de su máximo histórico. Los bonos del Tesoro cayeron, mientras que el Dólar subió.
A ojos de economistas y analistas, una lectura plana del gasto real de los consumidores en noviembre, incluso antes de que llegue Ómicron sugiere que la inflación puede empezar a afectar a la resistencia de los consumidores hasta finales de año. El aumento de los servicios fue generalizado, lo que constituye una señal positiva.
Según las cifras oficiales, la medida de precios de los gastos de consumo personal, que utiliza la Reserva Federal de EE.UU para alcanzar el objetivo de inflación del 2%, subió un 0.6% respecto al mes anterior y un 5.7% respecto a noviembre de 2020, la lectura más alta desde 1982. Estas cifras están en línea con las expectativas de los economistas. El aumento anual del índice de precios al consumo del Departamento de Trabajo fue también el más rápido desde 1982.
Los datos llegan tras un enfoque de halcón por parte de los funcionarios de la Fed, que se han visto presionados para tomar medidas contra el aumento de las tasas. El banco central estadounidense anunció recientemente que acelerará el final de su programa de compra de activos, y las nuevas expectativas sobre las tasas de interés indican que los responsables de la política monetaria están a favor de aumentar los costos de los préstamos en tres cuartos de punto porcentual el próximo año.
Análisis Técnico:
Como ya he mencionado, la estabilidad por encima de la resistencia de 114.20 seguirá favoreciendo un comportamiento a bullish y un movimiento hacia niveles de resistencia más altos, concretamente 114.75, 115.20 y 116.00. Estos indicadores se mueven hacia niveles de sobrecompra fuertes. Por otro lado, los Osos tienen esperanzas si vuelven a la zona de soporte de 113.50.