Durante cinco sesiones consecutivas de trading, las ganancias del rebote del EUR/USD se detuvieron en el nivel de resistencia 1.1433, a la espera de catalizadores más fuertes para continuar el rebote o volver a la tendencia a bearish. Esta semana carece de publicaciones económicas importantes, teniendo en cuenta que la disminución de la liquidez debido a las vacaciones puede provocar movimientos volátiles. Mientras tanto, el Dólar estadounidense también se enfrenta a un calendario económico relativamente vacío. Gran parte de los movimientos del precio pueden estar dictados por los flujos de riesgo o las acciones de toma de ganancias, especialmente porque los traders pueden estar de vacaciones hasta el comienzo de 2022.
En la actualidad, la atención sigue centrada en la variante Ómicron y se están reintroduciendo algunas restricciones para limitar su difusión. Esto puede reducir el apetito de riesgo por el momento, ya que los inversores anticipan otra oleada de presiones a la baja en la actividad empresarial y de consumo.
Un avance en el sector europeo del Gas contribuyó a mejorar el sentimiento hacia el Euro. En este sentido, Stephen Gallo, analista de divisas de BMO Capital Markets, dijo "A la luz de los diversos acontecimientos de este año, esperamos que continúe la "prima de riesgo de seguridad energética" para el Euro. Creemos que la transición energética de Europa y los costos relativamente elevados de los insumos actuarán como limitaciones para el crecimiento interno, los márgenes de ganancia de la industria y la competitividad de la Eurozona (especialmente frente a Asia)". Y añadió: "Nuestra hipótesis básica es que el Euro bajará moderadamente frente al Dólar durante la primera mitad de 2022, con los spreads apoyando al Dólar estadounidense a medida que la Reserva Federal se encamina a elevar las tasas de interés mientras el Banco Central Europeo continúa la senda de la flexibilización cuantitativa."
Si bien los vientos en contra de la economía por el aumento de los costos de la energía han tenido un efecto asfixiante en el Euro, fue la diferencia entre las políticas monetarias del Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal (Fed) la que impulsó gran parte de la tasa EUR/USD a la baja -7.14% durante 2021 hasta el viernes. Esta divergencia ha sido ampliamente citada por muchos analistas como la razón dominante de las expectativas de nuevos descensos del Euro y del Dólar durante el próximo año, mientras que las actualizaciones de la política de diciembre de ambos bancos centrales hicieron poco para cambiar las opiniones a bearish del mercado.
La decisión política de la Fed ha acelerado el final del programa de flexibilización cuantitativa del banco para que expire en marzo de 2022 en lugar de junio, y llegó con unas previsiones económicas que muestran que la mayoría de los miembros del FOMC se ven en diciembre como probables votantes de tres aumentos de la tasa de fondos federales el próximo año.
Mientras tanto, aunque el Banco Central Europeo presentó un plan para poner fin a su programa de compras de emergencia por valor de €1.85 trillones en marzo y volver gradualmente en los meses hasta octubre de 2022 al ritmo de sus compras pre-pandémicas bajo el programa original de compra de activos del banco, Frankfurt siguió desanimando al mercado. El mercado no espera ningún cambio en la tasa de interés en un futuro previsible.
Análisis Técnico:
El par EUR/USD formó máximos decrecientes y mínimos ascendentes para establecerse dentro de la formación de triángulo que aparece en el gráfico de cuatro horas. El precio está probando la resistencia y es factible que se produzca un pullback hacia el soporte en torno al nivel de 1.1300. De momento, la SMA 100 se encuentra por debajo de la SMA 200, lo que demuestra que la tendencia general sigue siendo a bearish y que existe la posibilidad de que se rompa el soporte del triángulo. De ser así, el EUR/USD podría caer tanto como el patrón gráfico, que abarca alrededor de 200 pips.
Por otra parte, la brecha entre los indicadores se reduce para reflejar una débil presión de venta o un eventual cruce a bullish. De ser así, los compradores podrían intervenir para defender el suelo y seguramente impulsar un breakout al alza. El RSI se encuentra en un punto intermedio para reflejar neutralidad, y apenas proporciona pistas direccionales sólidas por el momento. El estocástico apunta a la baja para indicar presión de venta, y el oscilador tiene espacio para deslizarse antes de revertir los niveles de sobreventa.
