Con la financiación del presupuesto asegurado para cubrir los gastos del Gobierno Federal hasta mediados de enero, los 800.000 trabajadores del gobierno que habían sido "exentos" desde el comienzo del mes ahora han vuelto al trabajo. El costo del cierre aún no se ha evaluado adecuadamente, pero se sugirió que cada día de inactividad cuesta a la nación americana $ 300 000 000.
Las consecuencias del último intento de auto-destrucción aún no han sido contadas, pero los analistas estiman que el “shutdown” afectará las cifras de crecimiento del cuarto trimestre. Según un artículo publicado en El Tiempo, la agencia de calificación Standard and Poor’s estima que el cierre le ha costado a la economía EE.UU. unos US $ 1.5 billones cada día y que reducirá la cifra del PIB en un 0,6% de su estimación del 3%.
Los acuerdos de la mañana del jueves no han resuelto bien la crisis presupuestaria o la cuestión de elevar el techo de la deuda lo suficiente para cubrir las necesidades de financiación de Estados Unidos a largo plazo - el acuerdo expirará en febrero. Lo que puede haber sucedido es que cualquier rumor de que la Reserva Federal podría estar a punto de reducir su programa de estímulos (compras de activos mensuales por un valor de $ 85 billones) ha sido acallado por el momento. Los rumores de que el apoyo se retiraría más temprano que tarde tuvieron un efecto contundente en los mercados emergentes, elevando el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos y, contra toda lógica, enviando el dólar al alza. Los efectos han sido transitorios y revirtieron rápidamente cuando se confirmó que los rumores fueron infundados. Sin embargo, en algún momento el soporte debe ser retirado, pero la reciente debacle financiera en el Pleno del Congreso probablemente ha empujado a esa fecha hacia atrás.
Un Congresista Republicano, Mo Brooks, subrayó el hecho de que la solución a la disputa financiera aún no se ha consolidado. En declaraciones a The Associated Press el Sr. Brooks dijo: "Tenemos que llegar a la causa subyacente del problema, que es el gasto fuera de control y el déficit y solucionarlo antes de que sea demasiado tarde y nos vayamos directo a la quiebra. Porque ahí es a donde se dirige Estados Unidos”.