Hace mucho, mucho tiempo, cuando era estudiante, tenía que asistir un curso electivo de política. Recuerdo que el profesor (que también era un miembro conservador del concejo local) nos informó que en política solo había dos reglas: entrar y permanecer. Siempre he recordado esta realidad.
Me parece que Boris Johnson está aplicando este concepto en su intento de convertirse en líder del partido conservador y, de manera predeterminada, en Primer Ministro. Para lograr esto, su tarea ahora es simplemente obtener más votos que su rival, Jeremy Hunt. Johnson ha logrado obtener el respaldo de los partidarios del Brexit tanto los "blandos" como los "duros" dentro de su partido. Esto es contradictorio ya que estos dos sectores quieren y aceptarán resultados totalmente diferentes del proceso del Brexit. Como descubrió Theresa May, no existe un "lenguaje mágico" que pueda unir a estos dos grupos: en tres intentos de vender su acuerdo de retiro al parlamento, nunca pudo unir a todos los fieles del Brexit detrás de su visión y nunca estuvo entre sus posibilidades que podría obtener el respaldo de los conservadores eurófilos que aún quieren que el Reino Unido mantenga su lugar en Europa y dentro de la Unión Europea, y mucho menos el apoyo de los parlamentarios de la oposición.
Johnson sigue siendo el favorito para ganar las elecciones internas del Partido Conservador, obteniendo aproximadamente la mayoría de los 160000 votos. Sin embargo, una discusión doméstica con su novia, que implicó una visita policiaca a su apartamento y su falta de voluntad para participar en un debate público televisado con su rival, comenzó a desafiar esta idea.
Johnson ahora ha comenzado a interactuar con los medios de comunicación, pero se niega a hablar sobre los detalles de la disputa con su compañera. Una foto de la pareja en la que ellos se ven tranquilos no ha podido solucionar el problema, ya que Johnson no dirá quién la publicó o cuándo fue tomada. El hecho de que su pelo sea más largo en la imagen sugiere que se trata de una fotografía antigua y que no se produjo tal acercamiento.
Las entrevistas con los medios muestran que Johnson no tiene nuevas ideas sobre cómo alcanzar un acuerdo en el parlamento. Si bien aboga por la positividad y el optimismo en general, eso no hace nada para resolver los números de la división política dentro del parlamento y, de hecho, dentro de su propio partido.
Se enfrentó a Mark Carney, el gobernador del Banco de Inglaterra, cuando insistió en que la UE y el Reino Unido podrían decidir no imponer aranceles sobre los bienes de otros en virtud del Artículo 24 del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. Sin embargo, en caso de una salida sin acuerdo (tal como lo sugirió) tal solución sería imposible, ya que requeriría que la UE otorgue el mismo privilegio a todas las naciones, no solo al Reino Unido. Tal escenario es simplemente inverosímil.
La elección del nuevo líder se hará por correo y las boletas se distribuirán el 8 de julio. Jeremy Hunt espera hacer que la personalidad de Johnson sea un problema en la elección pues señala que el carisma de su oponente y su (supuesto) talento para las palabras no son un sustituto de una política adecuada. Su único problema es que sus propias propuestas respecto al Brexit son solo un poco menos ilusas que las de Johnson.