Recientemente, el jefe del Banco Central de Brasil comentó que las cifras sugieren que el país inició un proceso de recuperación en forma de "V". Sin embargo, pese a que en circunstancias normales esto sería una buena noticia, advirtió que en varios países donde se han presentado señales similares los visos de recuperación rápida se están desvaneciendo.
"Algunos de los datos en tiempo real (...) están comenzando a mostrar un repunte más rápido en junio," comentó el jefe del Banco Central de Brasil Roberto Campos Neto, "Así que parece que hemos iniciado una recuperación que sería inicialmente en forma de 'V', pero que debería suavizarse un poco," agregó.
Tal como el resto del mundo, la economía de Brasil ha sido afectada de forma significativa por el avance de la pandemia de Covid-19, la cual en este momento ha infectado alrededor de 1,501,353 individuos en el país, y ha causado la muerte de 61,990. Estas cifras convierten al país en el segundo más afectado por el mundo, sólo superado por los Estados Unidos, y seguido por Rusia y la India.
El gobierno de Brasil ha sido criticado en múltiples ocasiones por su respuesta a la pandemia. En términos de la contención de la crisis sanitaria, el gobierno central ha optado por un camino diferente a otros países de la región, estableciendo su oposición a imponer cuarentenas, en incluso ha expresado su disposición a dejar de reportar el número de infecciones y muertes. Tal es el nivel de negligencia en este aspecto que algunos analistas proyectan que eventualmente el país se convertirá en el más afectado del mundo.
Para hacer frente a la crisis, el gobierno calcula gastar unos 129.630 millones de dólares adicionales este año. La mayor parte del dinero será invertido en el sector sanitario y en otorgar ayudas económicas a los sectores más vulnerables de la población, entre ellas un subsidio de 110 dólares que beneficiaría a alrededor de 60 millones de desempleados.
El banco central también se sumó a los esfuerzos por estimular la economía. En junio recortó su tasa de interés de referencia hasta un 2.25%. Al respecto, Campos Neto recalcó que, si bien aún todavía hay espacio para relajar la política monetaria, este no es muy grande, agregando que relajar la política monetaria aún más podría traer inestabilidad a los mercados financieros.
El banco también reportó el estado de las cuentas públicas del país, el cual muestra que el déficit fiscal nominal ha retornado a niveles que no se habían visto desde diciembre de 2016. Esto quiere decir que todos los fondos que pudieron ser ahorrados a raíz del plan de austeridad fiscal que implementó el gobierno del expresidente Michel Temer se evaporaron debido a la contingencia. El ministerio de economía prevé que el déficit supere los 111.111 millones de dólares, cifra que es 5 veces mayor de lo que inicialmente proyectó el gobierno para este año.
En cuanto al crecimiento económico, la institución prevé que el Producto Interno Bruto se contraiga en un 6.4% este año, un poco por encima del consenso de los analistas. Esto a su vez afectará al país en términos fiscales, ya que se espera que haya una caída en la recaudación proporcional a la contracción de la actividad económica.
En lo que va de la semana, el real brasilero se ha apreciado en un 2.35% frente al dólar estadounidense. La divisa se ha visto beneficiada por el reciente resurgimiento en el apetito por el riesgo, el cual ha afectado el rendimiento del dólar estadounidense. En el mismo período de tiempo, el dólar estadounidense se ha depreciado frente a una canasta de divisas de referencia en un 0.19%.