El vicegobernador del Banco de Japón, Masayoshi Amamiya, afirmó que el banco debe mantener la curva de rendimiento "establemente baja" dada la situación económica del país debido al impacto del COVID-19. Sin embargo, también recomendó dejar que los rendimientos de los bonos se acerquen al objetivo del banco del 0% siempre que no disminuya el impacto de la postura de la política monetaria del banco.
"Una gran fluctuación de las tasas de interés podría tener consecuencias indeseables. Pero cuando se limita a un determinado rango, es posible mejorar las funciones del mercado de bonos, sin disminuir el efecto de relajación monetaria de nuestra política", explicó Amamiya. "En la coyuntura actual, es importante mantener toda la curva de rendimiento establemente baja..... mientras la economía sufre el golpe de la pandemia del Coronavirus. Hasta el momento, debemos orientar el control de la curva de rendimiento teniendo en cuenta este punto."
La actual orientación de la política monetaria del banco, en particular su programa de compra de activos, ha sido muy criticada y vinculada al último repunte de las acciones, que se considera efervescente. Al respecto, Amamiya comentó que el banco tratará de averiguar cómo maximizar el impacto positivo de ese programa, al tiempo que se compromete a ampliarlo cuando sea necesario. También dijo que algunos agentes del mercado creen que el banco no relajará más su política monetaria para contrarrestar sus efectos secundarios.
El Banco de Japón tiene previsto revisar su política monetaria este mes. Ahora, con los comentarios de Amamiya, parece que el banco continuará con su postura de flexibilización, que se ha llevado a cabo desde 2013 y que se tradujo en la expansión del balance en un 100% del producto interior bruto del país.
Los tres objetivos de la revisión, según Amamiya, son reducir los efectos secundarios de la postura de política monetaria del banco, hacer que la respuesta del banco a las condiciones cambiantes sea más "ágil" y "efectiva", y continuar con la flexibilización monetaria. También se dio a entender que si las condiciones económicas mejoran, el banco podría revisar su postura política.
Algunos han señalado que los comentarios de Amamiya son confusos, ya que señalan que, aunque el banco prefiere que los mercados impulsen más los rendimientos, al mismo tiempo intenta evitar un aumento de los costos de los préstamos.
La semana pasada, el Yen Japonés perdió terreno por tercera semana consecutiva, cayendo un 1.62% frente al Dólar Estadounidense, manteniéndose en línea con las expectativas de los analistas. A las 11:01 GMT, el Yen había caído un 0.15% frente al Dólar hasta el nivel de 0.921550, y se espera que siga perdiendo terreno esta semana.