Muchos expertos sugirieron que habría una segunda ola de recesión a raíz de la crisis financiera global. La razón de esto, argumentaron, era que el crecimiento que puso fin a la recesión inicial se debió en gran parte a las medidas de estímulo y no fue "orgánico". Una recesión de doble inmersión requiere que la segunda ola recesiva comience dentro de dos o tres trimestres después de la finalización de la primera ola, pero esto no sucedió ya que muchas economías empiezan cojeando un crecimiento con una recuperación débil, vacilante.
La economía del Reino Unido empezó a contraerse en el último trimestre de 2011 y continuó haciéndolo en el primer y segundo trimestre de 2012, entrando así en una segunda ola recesiva. De acuerdo con las Cámaras de Comercio Británicas (BCC), la economía del Reino Unido ha vuelto a crecer en el tercer trimestre y se prevé un crecimiento del 0,5%. Su optimismo se basa en una encuesta a 7.593 empresas británicas que informaron tiempos mejores. La BCC ha hecho un llamado al gobierno a tomar medidas para impulsar el crecimiento del Reino Unido, por ejemplo, mediante la inversión en proyectos de infraestructura y la creación de un "banco de negocios" británico.
La organización es más optimista que la Oficina de Estadísticas Nacionales sobre el desempeño de la economía del Reino Unido. "A pesar de las estimaciones oficiales, creemos que la economía sigue creciendo, pero se está desacelerando. Necesitamos medidas urgentes ahora para apoyar la confianza y la inversión, un plan radical de crecimiento a largo plazo y un continuo compromiso para la reducción del déficit", dijo el jefe de la BCC economista, David Kern. Las cifras oficiales del tercer trimestre de la Oficina Nacional de Estadísticas se darán a conocer a mediados de este mes.