Reino Unido y el Referéndum en Escocia
El pueblo británico parece haberse enamorado de una especie de suicidio geopolítico. No contento con la contemplación de la eterna cuestión de si los británicos deben tener un referéndum sobre la continuación de la pertenencia a la Unión Europea, el último ejemplo del masoquismo nacional es un referéndum "in/out" en Escocia, que preguntará si los escoceses desean separarse de la unión de 1706, que estableció lo que se ha convertido en el Reino Unido (sus raíces se establecieron en 1603 con un matrimonio real entre las monarquías escocesas e inglesas). Como era de esperar, el debate está siendo impulsado por el Partido Nacionalista Escocés (SNP) y el Primer Ministro de Escocia, Alex Salmond. Una fecha para la votación se ha establecido como 18 de septiembre 2014.
Muchas preguntas tendrán que ser respondidas si los escoceses deciden separarse del Reino Unido, pero la posición del gobierno será en gran medida la mayor preocupación. Sin embargo, como la votación se acerca, los mercados pueden muy bien preocuparse por la deuda del Reino Unido (emisiones de bonos), ya que una Escocia independiente heredaría una parte de la montaña de la deuda de Gran Bretaña. Con el fin de adelantarse a estos temores, el Tesoro ha dejado claro que el país va a honrar todas las deudas contraídas antes de cualquier división escocesa. Queda por verse si esto tendrá el efecto calmante deseado en los mercados y los costos de los préstamos en el Reino Unido a medida que se acerca la votación.